Los psócidos son una plaga en productos alimentarios almacenados poco conocida en comparación con los gorgojos, los escarabajos o las polillas. El creciente aumento de las temperaturas en toda Europa, con la formación de atmósferas calientes y húmedas que favorecen la proliferación de estos diminutos insectos, hace necesario ponerles atención como plaga de importancia creciente en la industria alimentaria.
Psócidos en alimentos almacenados
Los psócidos o "piojos de los libros" son una plaga común en las casas, donde se consideran una pequeña molestia ya que no pican ni transmiten enfermedades. Pero también los podemos hallar en las instalaciones donde se almacenan alimentos y aqui si que, cada vez más, se los considera una plaga con relevancia para la higiene alimentaria y con capacidad de generar pérdidas económicas en las empresas.
Gerwyn Jones, de la multinacional productora de biocidas PelGar, explica en la revista Pest algunas características de los psócidos más comunes en alimentos almacenados, los pertenecientes al género Liposcelis, y explica porqué los profesionales del control de plagas deberían estar atentos a su presencia.
Estos insectos se desarrollan preferentemente en ambientes húmedos, en los que haya crecimiento de moho y hongos, sus alimentos principales, aunque son omnivoros y también pueden alimentarse de levaduras, que mejoran su capacidad para poner huevos, productos ricos en almidón, polen, algas, líquenes, plumas, pelo o insectos.
A diferencia de otras plagas de productos almacenados, los psócidos no perforan los envases ni los granos, pero debido a su pequeño tamaño pueden colarse por agujeros mayores de 0,2 milímetros. Su actividad se limita a la superficie del producto donde se mueven rápidamente invadiendo los cereales, harinas o productos similares que sostienen el crecimiento de moho cuando el ambiente es húmedo. Su presencia contamina los alimentos, convirtiéndolos en no aptos para el consumo.
La presencia de psócidos en los envases o en los alimentos puede ser origen de quejas por parte del consumidor, devolución de producto y mala reputación para la empresa, por lo que Jones recomienda poner atención a esta plaga para evitar su proliferación en productos almacenados.
Liposcelis bostrychophila / agriculture.okstate.edu
Capacidad para adaptarse a la falta de humedad
Es típico encontrarlos en ambientes húmedos pero ¡atención! porque, según este experto, también pueden hallarse en áreas secas durante un tiempo limitado. Lisposcelis spp. pueden utilizar sus propias reservas de agua, que les permiten sobrevivir en una atmósfera seca hasta 3 semanas. Después de este período de tiempo deben volver a hidratarse en una zona húmeda y no pueden sobrevivir si las condiciones ambientales continuan siendo secas.
A una humedad relativa del 73% su cuerpo contiene cerca del 66% de agua. Para las especies de psócidos que proliferan en interiores, una atmósfera seca sería aquella con una humedad relativa por debajo del 58%. Sin embargo, para acabar con ellos por completo es necesaria una atmósfera con menos del 50% de humedad relativa. Por encima de esta humedad relativa crítica, tienen la capacidad de reponer el vapor de agua transpirado y mantener su masa corporal, incluso en la ausencia de alimento que contenga agua.
Los psócidos que viven en interiores se reproducen de forma continua si las condiciones son adecuadas, pueden vivir hasta un año y algunos de ellos son partenogenéticos, es decir que pueden reproducirse sin necesidad de aparearse. Lo que explica el enorme número de individuos que pueden llegar a desarrollarse si hay presencia de humedad, de alimento y de temperaturas altas.
Los palets de madera utilizados en la industria alimentaria no sólo les sirven de escondite sino también como medio de transporte hasta otras instalaciones con alimentos. Situaciones críticas pueden producirse, por ejemplo, en el transporte de los alimentos en contenedores a largas distancias. Si el producto está contaminado en origen o los palets utilizados esconden psócidos, la carga viaja por zonas de humedad alta y calor, y realiza estancias en muelles, la proliferación de los insectos durante el trayecto puede ser extremadamente elevada. Cuando el contenedor llega a su destino final y el cliente lo abre se ve claro, demasiado tarde, el alcance del problema. El producto es rechazado, devuelto o destruido.
Control de psócidos en la industria alimentaria
El creciente aumento de las temperaturas en toda Europa, con la formación de atmósferas calientes y húmedas, es una cuestión a tener en cuenta a la hora de vigilar y controlar plagas poco conocidas como los psócidos.
Si hasta ahora se consideraban una pequeña molestia, los psócidos ya pueden categorizarse, según Jones, como una plaga importante para los productos almacenados y las empresas de control de plagas deben trabajar de la mano con sus clientes en este problema.
El control a largo plazo de Lisposcelis spp. solo puede conseguirse reduciendo los niveles de humedad, sellando grietas, evitando que el producto más antiguo quede arrinconado o que haya envases rotos y derrames de alimento.
Para Jones el control de estos insectos en entornos donde se almacenen o procesen alimentos es una combinación de conocimiento, vigilancia y capacidad de tratamiento.
El experto recomienda mantener una vigilancia del producto y de los envases, mediante prácticas regulares de inspección y monitorización. Por otra parte, instalar medidores de temperatura y humedad también es recomendable, ya que facilita la identificación de las condiciones óptimas para la supervivencia y un mayor desarrollo de estos insectos. En cuanto a los tratamientos químicos, algunas especies de psócidos muestran resistencia a insecticidas utilizados para el control de otras plagas en productos almacenados, por lo que las alternativas no químicas son un imperativo.
Pero la recomendación quizás más relevante es poner atención a esta plaga poco conocida y ser consciente de su posible presencia en entornos con alimentos almacenados, siempre que la temperatura y la humedad estén en unos niveles que favorezcan su desarrollo.
Fuente: www.pestmagazine.co.uk