Incorporar consideraciones medioambientales y de sostenibilidad en el marco de los sistemas de gestión de la seguridad alimentaria es el objetivo principal de la reciente modificación de la norma ISO 22000:2018. La modificación está diseñada para ayudar a las organizaciones de la cadena alimentaria a abordar los desafíos que les plantea el cambio climático.
Sistemas de gestión de la seguridad alimentaria y sostenibilidad ambiental
La industria alimentaria es un gran motor económico pero, a la vez, una gran consumidora de recursos naturales y una importante generadora de residuos con impacto en el medio ambiente.
Como pocos otros sectores, se ve obligada a adaptar y transformar sus estrategias y procesos con el objetivo de reducir su impacto ambiental, a la vez que debe seguir asegurando la seguridad y calidad de sus productos.
Una de las herramientas de las que dispone el sector para garantizar la seguridad alimentaria en toda la cadena alimentaria es la norma internacional ISO 22000:2018, que integra los principios del sistema de Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (APPCC) y los pasos de aplicación desarrollados por la Comisión del Codex Alimentarius. Esta norma está diseñada para ser aplicable a todas las organizaciones que participen en cualquier aspecto de la cadena alimentaria, independientemente de su tamaño.
La tendencia en las normas internacionales a incorporar consideraciones ambientales y de sostenibilidad en las prácticas de gestión ha llegado también a la ISO 22000:2018, en la que se han incorporado puntos para ayudar a las organizaciones de la cadena alimentaria a abordar los desafíos que les plantea el cambio climático, mediante la introducción de la Modificación 1: Acciones relativas al cambio climático (ISO 22000:2018/Amd 1:2024).
La Asociación Española de Normalización, UNE, ha publicado recientemente la versión oficial en castellano, la UNE-EN ISO 22000:2018/A1 Sistemas de gestión de la inocuidad de los alimentos Requisitos para cualquier organización en la cadena alimentaria Modificación 1: Acciones relativas al cambio climático (ISO 22000:2018/Amd 1:2024).
Gestión de la seguridad alimentaria: UNE-EN ISO 22000:2018/A1:2024
La UNE-EN ISO 22000:2018/A1:2024 está diseñada para integrar la acción climática en el marco de los Sistemas de Gestión de la Seguridad Alimentaria (SGSA) y mejorar su resiliencia frente al cambio climático.
Cambios clave en la norma:
- Integración de la acción climática: Se introducen requisitos específicos para que las organizaciones consideren los riesgos y oportunidades relacionados con el clima dentro de sus sistemas de gestión de seguridad alimentaria. Esto incluye evaluar el impacto del cambio climático en la seguridad alimentaria e implementar medidas para mitigar estos riesgos.
- Mejoras en la gestión de riesgos: Se anima a las organizaciones a mejorar sus procesos de gestión de riesgos incorporando factores relacionados con el clima. Esto implica identificar los posibles impactos climáticos en la seguridad alimentaria y desarrollar estrategias para abordar estos desafíos.
- Alineación con la sostenibilidad: La modificación alinea las prácticas de gestión de seguridad alimentaria con objetivos más amplios de sostenibilidad, promoviendo la integración de consideraciones ambientales en los procesos organizacionales.
Las organizaciones que busquen la certificación bajo la ISO 22000:2018 deberan actualizar su SGSA considerando los requisitos adicionales introducidos, revisando sus prácticas actuales, realizando evaluaciones de riesgos climáticos e implementando los cambios necesarios para abordar los riesgos identificados.
Beneficios estratégicos
Implementar los cambios introducidos en la norma puede ser un reto difícil para algunas organizaciones, particularmente pequeñas y medianas empresas con recursos limitados. Sin embargo, los beneficios de las prácticas sostenibles a largo plazo, como el ahorro de costes y la reducción de riesgos, pueden superar la inversión inicial.
Al alinearse con la norma actualizada, las organizaciones pueden mejorar su reputación y obtener una ventaja competitiva en el mercado. Los consumidores son cada vez más conscientes de los problemas ambientales y las empresas que demuestren un compromiso con la sostenibilidad pueden beneficiarse de una mayor lealtad por parte de los clientes.
A ello hay que sumar una mejor gestión de riesgos y la alineación con los objetivos globales de sostenibilidad, ya que, a medida que la industria alimentaria siga evolucionando, el cumplimiento de la legislación medio ambiental será crucial.
