Todo empezó el viernes pasado, cuando las autoridades de Stuttgart (en el estado alemán de Baden Wurtemberg) alertaron de la presencia de un insecticida no permitido en pimientos procedentes de Almería. Al parecer, los análisis revelaron la presencia de Isofenfos-metil en un total de entre 0,005 y 0,18 miligramos por Kg.
Desde el Ministerio de Sanidad y Consumo se ha asegurado que no existe un riesgo para la salud y que no van a poner en marcha el sistema de alerta, pero pese a ello están trabajando para resolver el problema. De hecho, según parece la Junta de Andalucía ya ha identificado las partidas contaminadas y se está procediendo a retirarlas del mercado. El próximo paso podría ser el precinto de las explotaciones emisoras afectadas (aproximadamente una docena) durante por lo menos un mes y multas de hasta 120.000 euros.
En los análisis realizados por las autoridades germanas fueron sobre 35 muestras de pimientos procedentes de España, Turquía, Marruecos y Holanda. Sólo los españoles dieron resultado positivo, lo cual es muy preocupante para el sector puesto que una gran parte de la producción de la zona se destina precisamente a Alemania.