Estos días se ha celebrado en Córdoba el juicio por la muerte en noviembre de 2006 de dos niñas de cinco y nueve años en la localidad de Posadas. Las muertes se produjeron por la inhalación de un compuesto fosforado, presuntamente utilizado por su vecino para luchar contra las cucarachas de su casa.
El acusado, Bartolomé García, es propietario de dos empresas de aplicación y comercialización de plaguicidas de uso agrícola, pero no tenía otorgado el permiso para usar el producto que causó la muerte a las dos niñas, fosfuro de aluminio, catalogado como MUY TÓXICO y que, se convierte en venenoso para los humanos cuando entra en contacto con la humedad del aire.
El abogado defensor de García alega que no está acreditada convenientemente la causa de los fallecimientos y pide la absolución para su defendido. Los padres de las víctimas, por su parte, solicitan 300.000 euros para poder mudarse (recordamos que viven pared con pared con el presunto responsable de la muerte de sus hijas), y el Ministerio Público solicita una pena de cuatro años de prisión.
El caso ha quedado visto para sentencia.
En opinión de www.higieneambiental.com , no puede explicarse el hecho de que una persona sin la titulación y formación necesaria pueda adquirir estos productos en el mercado.La vigilancia, profesionalidad y formación existentes en el sector de las empresas de Sanidad Ambiental , debería ser referente en otros sectores. Existen en la actualidad demasiados productos de uso agrícola peligrosos en su aplicación, que se encuentran a disposición de cualquier persona en las estanterias de los distribuidores de productos agrícolas y de jardinería.
Fuente: El País.