El sector vitivinícola afronta la potencial prohibición del uso del dióxido de azufre (SO2) para la limpieza y desinfección de las barricas de vino, debido al actual proceso de revisión y autorización de sustancias activas biocidas en la UE. El sector debería presentar un informe que justifique que no existe otra alternativa y que el tratamiento de las barricas con esa fórmula no causa ningún problema de salud o ambiental.
El dióxido de azufre (SO2) ha sido utilizado en alimentación desde antiguo dadas sus propiedades desinfectantes. Una de las aplicaciones de este gas es la limpieza y desinfección de barricas de vino, mediante la quema de azufre, un proceso que ha venido realizandose durante siglos. No obstante, el SO2 está sujeto a reglamentación dada su potencial toxicidad y efectos adversos para la salud y el medio ambiente.
La actualización de la Directiva Europea de Biocidas 98/8/CE que se está realizando actualmente incluye una revisión de las sustancias activas biocidas, para valorar su impacto sobre la salud y el medioambiente. Las empresas o sectores que hacen uso de estas sustancias deben someterlas a un proceso de evaluación y presentar un informe que permita su inclusión en la lista positiva de sustancias activas del Anexo I de dicha Directiva.
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Según datos publicados en la prensa en los últimos dias, este sería el caso del dióxido de azufre, utilizado en enología como antimicrobiano para eliminar mohos, levaduras y bacterias en el interior de las barricas de vino, que alteran negativamente las propiedades del vino o lo estropean "avinagrandolo".
La no inclusión del dióxido de azufre como sustancia activa conservante en alimentación, dentro de la lista de sustancias biocidas activas autorizadas por la CE, y su obligada retirada del mercado en el plazo de meses, fué publicada en 2010, a través de la Decision de la Comisión 2010/72/EU.
Según este documento, en 2007 se estableció un listado de sustancias activas que debian ser evaluadas con vistas a su posible inclusión en el Anexo I de la Directiva de Biocidas. El dióxido de azufre estaba incluido en esta lista, por lo que era necesario presentar un informe técnico que permitiese mantener su uso en determinadas condiciones.
Ahora el sector vitivinícola se ve en la necesidad de tomar decisiones urgentes para evitar verse perjudicado por esta normativa, que sería especialmente nociva para el sector del vino de Rioja, para sus cosecheros y pequeñas bodegas, ya que para ellos los costes de limpieza de barricas por cualquier otro método son más gravosos que para grandes elaboradores de vino.
El presidente del Gobierno de La Rioja, Pedro Sanz, comentó a Europa Press que la elaboración de un informe técnico para presentar a la Unión Europea que justifique la necesidad de utilizar el SO2 en la desinfección de barricas y que aclare la falta de peligro para la salud o el medioambiente en las condiciones de uso, tiene un coste aproximado de 300.000 euros y que esta cantidad debe ser aportada por entidades privadas. Dicho informe debería ser entregado en mayo de este año.
Fuente: Europa Press