Norovirus

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Según datos de la ASPCAT, el brote de norovirus que ha afectado este mes de abril a 4.136 personas de 381 empresas ubicadas en diferentes localidades de Tarragona y Barcelona puede darse por terminado. El consumo de agua embotellada en garrafas, procedente de Andorra, contaminada con norovirus parece haber sido el origen de las infecciones, que han provocado cuadros de gastroenteritis entre los consumidores.

Según la Agencia Europea para la Seguridad Alimentaria (EFSA), los norovirus son los principales agentes de gastroenteritis agudas en Europa y afectan por igual a todas las edades. Este género de virus se propagan entre los alimentos, principalmente a través de agua, potable o no, contaminada.

No obstante, hallar por primera vez norovirus en el agua envasada ha sorprendido a los expertos, y además en niveles elevados de entre 1.000 y 10.000, teniendo en cuenta que la dosis infectiva es muy baja, alrededor de 10 partículas virales. Los servicios de salud catalanes y andorranos continuan investigando las posibles causas del brote, que podria tener su origen en la contaminación del agua de consumo con aguas fecales.

¿Qué son los norovirus?

norovirusEs un género de virus presentes en todas las regiones del mundo, siendo el ser humano es el único reservorio conocido para las infecciones humanas de norovirus. 

Estos virus son muy persistentes en el medio ambiente y resistentes a los tratamientos físicos y químicos de depuración de aguas residuales. Por este motivo, las aguas son básicamente las que propagan los virus entre los alimentos, principalmente los vegetales frescos, las frutas y los moluscos bivalvos cultivados en aguas contaminadas.  Los virus no se multiplican en los alimentos pero son muy persistentes y, por ejemplo, pueden ser viables durante semanas en vegetales frescos. 

Resisten temperaturas de 60ºC durante tres minutos y de 100ºC durante un minuto, resisten los pH ácidos (pH 2 durante 30 minutos a 37ºC) o básicos (pH 12 durante 30 minutos a 37ºC ) soportan dosis de rayos ultravioleta superiores a 103mJ/cm2, e, incluso, resisten las dosis de radiación gamma de 2 a 4kGy, que se utilizan para tratar alimentos.

Para inactivarlos se necesitan dosis de hipoclorito de sodio superiores a 300 ppm, a diferencia de las bacterias, para las que sólo es necesaria una dosis de 70 ppm durante 5 minutos.

Gastroenteritis por norovirus

El cuadro típico se inicia tras un periodo de incubación de 12 a 48 horas y se caracteriza por una aparición repentina de diarrea, vómitos, náuseas y dolor abdominal, a veces acompañado de febrícula. En general, la enfermedad se cura sin tratamiento después de 1-3 días, pero puede durar más días (entre 4 y 6), sobre todo en niños pequeños, personas de edad avanzada y pacientes hospitalizados. 

Más del 30% de las infecciones son asintomáticas, pero las personas asintomáticas también pueden excretar virus, aunque con menos cantidad que las personas que presentan síntomas.

Los norovirus son extremadamente contagiosos. Se transmiten directamente de persona a persona a través de las manos, por inhalación de aerosoles de vómitos o indirectamente a través de alimentos , agua o superficies contaminadas. La excreción de norovirus por las heces es muy elevada (107-1010 partículas/g) y prolongada (7-10 dias).

Manipulación de alimentos como causa de infección

Si bien la contaminación puede tener lugar durante la producción, el tratamiento o la distribución de los alimentos, los norovirus, junto con la Salmonella, son responsables de numerosos brotes de toxiinfecciones alimentarias en las que se ha identificado al manipulador de alimentos como causa principal. El factor más importante: una higiene deficiente de las manos.

Hay que tener en cuenta que la excreción del virus se inicia antes de manifestarse los síntomas y puede continuar después de que desaparezcan. Además, se han detectado también manipuladores asintomáticos durante todo el período de infección, que excretaban tantos virus como una persona enferma.

Medidas preventivas

Para controlar este peligro es necesario aplicar medidas preventivas y de control a lo largo de toda la cadena alimentaria.

En la fase primaria los agricultores que cultivan vegetales y hortalizas que pueden consumirse frescos deben controlar la calidad de las aguas de riego y de la utilizada para la limpieza de equipos y locales, desinfectar adecuadamente las herramientas, envases y locales, y, sobretodo, formar a los trabajadores en materia de higiene. También los criadors de moluscos deben velar por la calidad de las aguas en las zonas de cultivo.

La Agencia Europea para la Seguridad Alimentaria recomienda una serie de acciones para prevenir las infecciones alimentarias con norovirus:

  • El cumplimiento de los criterios microbiológicos establecidos en el Reglamento (CE) n.o 2073/2005. Aunque no existen criterios específicos para virus y no hay una relación directa entre presencia elevada de microorganismos indicadores o patógenos y presencia de virus, el cumplimiento de los criterios fijados garantiza al menos un bajo riesgo.
  • Una higiene rigurosa de las manos. Es necesario concienciar a los operarios de la importancia de esta acción y supervisar y garantizar que se aplica correctamente. 
  • La elaboración de un plan de limpieza y desinfección específica para situaciones de riesgo (operarios enfermos). Debe preveerse que las zonas contaminadas y los lavabos deben limpiarse y desinfectarse inmediatamente con desinfectantes potentes (>1.000 ppm cloro libre/ 5 minutos o tratamiento equivalente).
  • La descontaminación de vegetales y hortalizas: se procederá a un lavado que extraiga toda la materia orgánica adherida a la superficie de los vegetales y a una desinfección, si procede, con cloro a una concentración de 200 ppm o con ácido periacético (PPA) a una 150-250 mg / L. Se debe considerar que la descontaminación garantiza un riesgo cero si la carga viral de la materia prima es baja. Además, hay que tener en cuenta que no pueden quedar residuos de desinfectante en los productos alimenticios.

Asimismo, la ASPCAT recomienda:

  • Lavarse las manos con agua y jabón, especialmente después de ir al baño o de cambiar pañales y antes de preparar alimentos. Esta medida es útil tanto para evitar infectarse uno mismo como para intentar no contagiar a los demás cuando una persona está enferma.
  • Lavar cuidadosamente o pelar las frutas y verduras que se consumen crudas.
  • Cocer adecuadamente el marisco antes de consumirlo.
  • Limpiar y desinfectar las superficies de la cocina de forma frecuente con un producto a base de cloro u otro desinfectante.
  • Evitar asistir a la escuela o al trabajo, muy especialmente si se manipulan alimentos, hasta al menos 48 horas después de finalizar los síntomas.
  • Después de un episodio de vómitos o diarrea, limpiar y desinfectar inmediatamente las superficies contaminadas con un producto de uso doméstico con cloro.
  • Recoger la ropa que se ha ensuciado con vómitos o diarrea y sin sacudirse, guardarla en una bolsa y lavarla en la lavadora con agua caliente y jabón.

 

Fuente: ASPCAT

 

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