En la lucha contra ratas y ratones, los rodenticidas químicos utilizados son herramientas bien reguladas por la legislación. Pero, ¿qué sucede con las trampas mecánicas? las ratoneras de siempre, utilizadas tanto en hogares como por profesionales, podemos encontrarlas en el mercado en diversidad de modelos, que difieren significativamente en su eficacia y su capacidad de minimizar el sufrimiento de los animales.
Ratoneras si, pero efectivas y sin sufrimiento
El pasado mes de junio, en el marco de la conferencia internacional sobre plagas urbanas International Conference on Urban Pests en Birmingham (Reino Unido), la doctora Sandra Baker de la Universidad de Oxford aprovechó la ocasión para poner de actualidad un tema en el que lleva trabajando desde hace años: ¿Es posible establecer un sistema en el mercado que regule o certifique la eficacia y el mínimo sufrimiento animal en las trampas mecánicas para el control de ratas y ratones?
La doctora Baker señaló que la falta de regulación de este tipo de trampas ha disparado la proliferación de trampas ineficaces e inhumanas.
Por el momento, la UE y en general los Estados Miembros, no han mostrado ningún interés en modificar esta situación, por lo que Baker apunta a la posibilidad de introducir un sistema voluntario, impulsado por la industria, que permita a los fabricantes certificar que sus trampas cumplen con las premisas de ser eficaces y respetuosas con los animales, al minimizar el sufrimiento.
Si bien los costes correrian a cargo de los fabricantes, el beneficio sería poder comercializar sus trampas como "respetuosas con el bienestar animal". Esta marca ofreceria una opción clara para el público y los profesionales, que podría llevar a un efecto cascada por el cual los proveedores líderes se decantaran por las trampas aprobadas por el sistema, disminuyendo las alternativas no aprobadas.
Consciente del problema que causa en Reino Unido la comercialización de ratoneras baratas importadas, que imitan a productos de marca con mayor calidad, e incluso reproducen logos o marcas de certificación, Baker reconoce la dificultad de establecer este sistema voluntario pero lo considera un paso importante para poder diferenciar las trampas eficientes y que ofrecen la muerte más humanitaria.
Un dato que muy probablemente no será irrelevante para el público en general y que, según Baker, debería preocupar también a los profesionales del control de plagas, ya que cada vez se utilizan más trampas de este tipo con fines de monitoreo y dentro de los sistemas integrados de control de plagas.
Alemania se desmarca con ratoneras "respetuosas con el bienestar animal"
Pero la idea de Baker no ha caido en saco roto, una empresa alemana, FuturA, ya ha desarrollado lo que la compañia considera la primera ratonera preparada para ser aprobada por las normas europeas, allí donde las haya para este tema. Se trata de un producto especialmente diseñado con plástico de calidad y dotado de fuertes resortes.
El Ministerio de Medioambiente alemán realizó pruebas de mortalidad con el producto, que aprobó con éxito. Para superarlas, el Ministerio alemán establece que las trampas deben dejar irreversiblemente inconsciente al animal, en este caso los ratones domésticos, dentro de un período de 30 segundos o como máximo en 60 segundos. Más del 90% de las trampas probadas mataron en 19 segundos, lo que las hace considerar extremadamente humanitarias.
El objetivo de la empresa es ahora que estas trampas, cualificadas por los altos estándares alemanes, sean aprobadas o reconocidas también en otros países, como es el caso de Suecia, que ya las ha aprobado.
A parte de minimizar el sufrimiento de los animales, la eficacia de las ratoneras es clave para evitar un problema que, según FuturA, se está creando debido al uso de ratoneras débiles. Si las ratas, que son neofóbicas, escapan de las trampas débiles, es posible crear generaciones de ratas que eviten las trampas.
Divergencias entre las muchas ratoneras
Cinco años atrás, el equipo de la doctora Baker completó un estudio sobre el rendimiento mecánico de una gran cantidad de trampas para ratas y ratones disponibles en el mercado, en el que midieron el moméntum (cantidad de movimiento) del impacto y la fuerza de sujección.
Los resultados mostraron diferencias significativas en el rendimiento relativo de las trampas. Para matar a un mismo animal, las fuerzas de empuje y de sujeción variaron hasta 8 y 5,5 veces respectivamente entre diferentes trampas.
Asimismo, detectaron una superposición considerable entre la trampa para ratón más fuerte y la trampa para rata más débil, un hecho que, dado que las ratas son unas 20 veces más pesadas, es particularmente preocupante.
El estudio tampoco mostró ninguna relación entre el precio de la trampa y su rendimiento mecánico. Tampoco las trampas más fuertes tienen porqué ser las mejores en la práctica, ya que pueden golpear sin precisión y, por lo tanto, ser muy inhumanas.
Aunque en el estudio no se mencionaron marcas, Baker aconseja evitar las trampas que tienen ángulos agudos de apertura y muelles tipo "mandíbula", ya que se mostraron consistentemente débiles y por ello poco adecuadas, independientemente de su precisión. Las mejores trampas resultaron ser las que tienen ángulos de apertura más grandes y mecanismos de resorte dobles.
Fuente: https://www.pestmagazine.co.uk/