Las piscinas requieren un tratamiento meticuloso del agua para garantizar la seguridad, higiene y comodidad de los usuarios. Si bien los productos biocidas, como el cloro, son comúnmente utilizados para la desinfección, otros productos químicos no biocidas también juegan un papel crucial en el mantenimiento de la calidad del agua de la piscina. 

Tratamiento químico del agua de piscinas

Además de los productos biocidas, utilizados generalmente para la desinfección o como alguicidas, existen diversos productos químicos no biocidas que también juegan un papel clave en el tratamiento del agua de piscinas, asegurando su claridad, seguridad y comodidad para los usuarios.

Entre ellos se encuentran los coagulantes, los ajustadores de pH, los aumentadores de alcalinidad, los aumentadores de la dureza del calcio y los secuestrantes de metales. Vamos a ver algunos aspectos básicos sobre ellos.

Coagulantes y Floculantes

Los coagulantes y floculantes son esenciales para eliminar partículas suspendidas en el agua de la piscina, clarificar el agua y reducir la turbidez, mejorando así también la eficiencia de los sistemas de filtración.

Estos químicos funcionan agregando las partículas más pequeñas presentes en el agua en grupos más grandes, que al aumentar de tamaño pueden ser más fácilmente filtrados o removidos. Aunque el objetivo de ambos productos es facilitar la eliminación de partículas del agua y actúan de forma complementaria, su modo de acción es diferente.

Los coagulantes, que suelen ser compuestos a base de hierro o aluminio, actúan alterando la carga eléctrica de las partículas suspendidas, lo que hace que se aglutinen y formen agregados más grandes, que pueden ser retenidos en el sistema de filtración de la piscina.

Por otra parte, los floculantes suelen ser polímeros sintéticos que facilitan la agregación de las partículas suspendidas en el agua en flóculos grandes. Esto hace que las partículas sean más pesadas y se sedimenten en el fondo de la piscina de donde se eliminan con un equipo limpiafondos o sean más fácilmente filtradas. 

Ajustadores de pH

Los ajustadores de pH tienen por objetivo mantener el equilibrio químico del agua de las piscinas. Un nivel correcto de pH del agua de la piscina, generalmente entre 7.2 y 7.6,  es vital para mantener la eficacia de los desinfectantes, evitar irritación en la piel y los ojos de las personas usuarias de la instalación y también para prevenir la corrosión o incrustaciones en el sistema.

Los ajustadores de pH pueden ser ácidos o básicos. Los productos ácidos, como el ácido muriático o el ácido sulfúrico, se utilizan para reducir el pH cuando este es demasiado alto.

Por otro lado, los productos básicos o alcalinos, como el carbonato de sodio o el bicarbonato de sodio, se utilizan para aumentar el pH cuando es demasiado bajo.

Aumentadores de la alcalinidad

Los productos químicos aumentadores de alcalinidad, principalmente el bicarbonato de sodio, se utilizan para estabilizar los niveles de pH en el agua de la piscina.

Niveles adecuados de alcalinidad previenen fluctuaciones repentinas de pH, que pueden llevar a la corrosión o formación de incrustaciones. El uso de aumentadores de la alcalinidad permite que el agua se mantenga equilibrada, reduciendo la necesidad de ajustes frecuentes de pH.

Antiincrustantes

Los antiincrustantes son productos que previenen la formación de incrustaciones y depósitos minerales, principalmente de calcio y magnesio, en las superficies de la piscina y en el sistema de filtración.

Actúan inhibiendo la precipitación de estos minerales, con el objetivo de evitar la acumulación de depósitos que pueden obstruir el sistema de filtración y dañar las superficies de la piscina.

Aumentadores de dureza del calcio

Los aumentadores de dureza de calcio, como el cloruro de calcio, se utilizan para incrementar la dureza del agua, un concepto que se refiere a la concentración de minerales, principalmente calcio y magnesio.

Un nivel adecuado de calcio en el agua de la piscina es crucial para evitar que el agua se vuelva demasiado blanda, lo que puede llevar a la corrosión de las superficies y del sistema de la piscina.

Sin embargo, un exceso de calcio puede causar incrustaciones, por lo que mantener un nivel equilibrado es esencial. 

Secuestrantes de Metales

Los secuestrantes de metales se utilizan para prevenir y controlar la presencia de metales disueltos en el agua, como el hierro, el cobre y el manganeso.

Estos metales pueden causar problemas estéticos y funcionales en el agua de la piscina, como manchas en las superficies, decoloración del agua y reducción de la eficacia de los desinfectantes.

Los secuestrantes de metales, como el ácido etilendiaminotetraacético (EDTA) y el ácido nitrilotriacético (NTA) o ácido fosfónico, se unen a los iones metálicos, manteniéndolos en solución y evitando que se depositen en las superficies de la piscina.

Medidas de Seguridad

A pesar de no ser biocidas, el manejo y uso de coagulantes, ajustadores de pH, aumentadores de alcalinidad, aumentadores de dureza de calcio y secuestrantes de metales en el tratamiento del agua de piscinas debe realizarse bajo estrictos protocolos de seguridad.

Los operadores de piscinas deben asegurarse de que las hojas de datos de seguridad (SDS) para cada químico estén fácilmente disponibles y que el personal esté capacitado en el manejo y almacenamiento adecuado de estas sustancias. Asimismo, se debe usar equipo de protección personal (EPP), como guantes y gafas, al manipularlas para prevenir irritaciones en la piel y los ojos.

Por último, recordar que todos los químicos no biocidas utilizados en el tratamiento del agua de piscinas deben cumplir con los requisitos contemplados en el Reglamento (CE) n.º 1907/2006 relativo al registro, evaluación, autorización y restricción de sustancias y preparados químicos (REACH)  y el Reglamento 1272/2008 sobre clasificación, envasado y etiquetado de sustancias y mezclas (CLP).