El gel hidroalcohólico se ha convertido en un producto de uso cotidiano a raiz de la pandemia, pero no todos los geles hidroalcohólicos son iguales. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha aclarado recientemente la diferencia entre los geles hidroalcohólicos de naturaleza biocida (antisépticos de piel sana) y los de naturaleza cosmética, con el fin de evitar etiquetados con reivindicaciones incorrectas y confusión en el consumidor.
Como consecuencia de la pandemia de la COVID-19, el consumo de productos con acción desinfectante se ha incrementado de forma generalizada. La fuerte demanda propicia que el término desinfectante, y otros que lo evoquen, pasen a formar parte de reivindicaciones comerciales no apropiadas y que el consumidor compre productos no desinfectantes pensando que si lo son.
Hace unos días hablabamos en un artículo sobre el uso comercial incorrecto de los términos higienizante y sanitizante aplicado a los productos limpiadores y detergentes, dado que son términos asociados a una acción que no les corresponde: la desinfección.
Un caso similar se está dando también con los geles hidroalcohólicos para manos, un producto que se ha convertido en artículo de uso cotidiano en multitud de entornos para reducir la transmisión de la Covid-19. Sin embargo, no todos los geles hidroalcohólicos son iguales y es importante distinguir su finalidad para evitar compras erróneas y usos incorrectos.
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha aclarado que existen dos grupos de geles hidroalcohólicos: los de naturaleza biocida (antisépticos de piel sana) y los de naturaleza cosmética.
Antisépticos de piel sana
Los geles hidroalcohólicos de naturaleza biocida (antisépticos de piel sana) tienen la finalidad de desinfectar las manos, es decir eliminan los microorganismos nocivos de la piel, evitando su desarrollo y posible transmisión. Por tanto, su uso es adecuado siempre que hay una exposición al patógeno, tanto en el ámbito doméstico como en el ámbito sanitario.
Los antiséticos de piel sana se someten a ensayos de eficacia de las propiedades desinfectantes del principio activo que contenga el producto, y siguen un procedimiento de evaluación, autorización y registro por parte de una autoridad competente. (AEMPS o el Ministerio de Sanidad)
Los podemos distinguir mediante su etiquetado, donde se incluye la mención “Antiséptico de piel sana”, el número de registro y la información sobre la actividad frente a los microorganismos que es efectivo.
Para facilitar su identificación, la AEMPS publica en su página web la relación de los productos autorizados que son de su competencia:
- Relación de antisépticos para piel sana autorizados por la AEMPS.
- Relación de biocidas de eficacia viricida demostrada autorizados por la AEMPS.
Geles hidroalcohólicos de naturaleza cosmética
En cambio, la finalidad de los geles hidroalcohólicos de naturaleza cosmética es el lavado de manos en condiciones cotidianas, especialmente cuando no sea posible el lavado con agua y con jabón.
A diferencia de los anteriores, estos productos no son objeto de autorización por ninguna autoridad competente y, dado que su finalidad es la de mera limpieza de manos, no pueden reivindicar ninguna actividad frente a microorganismos, ya que no tienen función biocida.
Por lo tanto, en su envase o etiqueta no deben incluirse reivindicaciones como antimicrobiano, desinfectante, sanitizante, higienizante, antiséptico, anti-coronavirus, etc. Tampoco referencias, alusiones o elementos gráficos relacionados con la pandemia, enfermedades, virus, patógenos o gérmenes, al uso médico, al porcentaje de alcohol en el producto, manos seguras, pictogramas del CLP, etc.
La AEMPS destaca además que el término "higienizante" se emplea como traducción del término inglés “sanitizer”, que a su vez, se considera un sinónimo de la palabra desinfectante. Por lo tanto, en los geles hidroalcohólicos de naturaleza cosmética no se deben incluir reivindicaciones sobre la higienización de las manos, como lavado higiénico, higienizante o similares, ya que dan a entender que el producto tiene una función frente a los microorganismos, que va más allá de una simple limpieza.
Fuente: AEMPS