La exposición ambiental a insecticidas piretroides de uso común puede acelerar el proceso de maduración sexual en niños. Un estudio realizado en China relaciona la exposición a la cipermetrina con un efecto directo de inducir la formación de testosterona e interferir en procesos intracelulares que son críticos para el desarrollo sexual masculino.
Disruptores endocrinos, una asignatura pendiente
La sensación de que en nuestra sociedad todo sucede rápidamente, es constatable también en el desarrollo de nuestros cuerpos. Según la Hormone Health Network de EEUU, actualmente el cuerpo de un niño madura hacia el adulto en una edad promedio de entre 9 y 14 años. Un hecho que expertos endocrinólogos atribuyen, tanto para los niños como para las niñas, entre otros factores, a las toxinas ambientales.
Además de transtornos del crecimiento y del comportamiento, la disminución de la edad de inicio de la pubertad aumenta el riesgo de enfermedades en la edad adulta, por ejemplo, el cáncer testicular en hombres y el cáncer de mama en las mujeres.
Un estudio realizado en la Universidad Zhejiang en Hangzhou, China, ha identificado a los insecticidas piretroides como un nuevo factor ambiental, que contribuye a esta tendencia hacia la madurez sexual temprana.
La clase de insecticidas estudiados, los piretroides, representan más del 30% del uso global de insecticidas. Se utilizan en interiores y en exteriores, para matar mosquitos y otros insectos, y también se aplican en cultivos. La mayor parte de la exposición de los seres humanos a los piretroides sucede, probablemente, a través de los alimentos y del uso residencial de productos insecticidas que los contienen. La evidencia de exposición reciente al producto químico aparece, en la orina humana, como un metabolito, o molécula, llamado ácido 3-fenoxibenzoico (3-PBA).
Dado que es dificil experimentar factores de riesgo ambiental en seres humanos, los autores intentaron identificar cómo alteran los piretroides, en animales, el ritmo de la pubertad. Después de exponer a ratones macho a cipermetrina, un insecticida piretroide ampliamente utilizado, a los niveles que están presentes en humanos, observaron un inicio acelerado de la pubertad en los animales. Por lo que el estudio concluye que la cipermetrina tiene un efecto directo sobre el sistema endocrino, al inducir la formación de testosterona e interferir con procesos intracelulares que son críticos para el desarrollo sexual masculino.
En vista de los resultados, los autores hacen hincapié en la necesidad de evaluar prudentemente estos productos químicos, por sus riesgos para la salud de los niños.
Fuente: Endocrine Society