
La presencia de la bacteria Pseudomonas aeruginosa en el agua de piscinas representa un importante reto sanitario, que requiere la atención constante de los responsables de mantenimiento. Cuando no se controla adecuadamente, Pseudomonas aeruginosa puede ocasionar diversos problemas de salud en los usuarios de instalaciones acuáticas.
Pseudomonas aeruginosa en piscinas
Pseudomonas aeruginosa es una bacteria ampliamente distribuida en suelos, aguas naturales de lagos y ríos, e incluso en aguas potables en bajas concentraciones. Este microorganismo llega a las piscinas de uso público principalmente transportada por los propios bañistas en la piel de diversas zonas del cuerpo.
La característica más problemática de Pseudomonas aeruginosa es su capacidad para formar biofilms en diversas superficies de la piscina, como los filtros con mantenimiento deficiente, los depósitos de compensación, las conducciones y los materiales poliméricos flexibles como inflables y cubiertas. En la superficie del agua de la piscina, Pseudomonas aeruginosa se nutre especialmente de residuos grasos procedentes de bronceadores, protectores solares y otros productos corporales, formando una película visible en skimmers y bordes del vaso.
La presencia elevada de materia orgánica y suciedad en el agua sirven de nutrientes a esta bacteria y además la protegen contra la acción de los desinfectantes, facilitando su persistencia y proliferación.
Riesgos sanitarios y prevención de Pseudomonas aeruginosa
Cuando la desinfección del agua de la piscina no es adecuada, sea por niveles insuficientes de desinfectante residual, pH inadecuado o exceso de ácido isocianúrico, Pseudomonas aeruginosa puede proliferar y provocar diversas afecciones en los usuarios. Entre las más comunes se encuentran la otitis externa o "otitis del nadador", la foliculitis o "sarpullido del jacuzzi", conjuntivitis, e infecciones respiratorias y de las vías urinarias.
En España, el Real Decreto 742/2013 que establece los criterios técnico-sanitarios de las piscinas a nivel nacional, fija una frecuencia mínima de muestreo mensual en las piscinas y SPAs públicos para detectar Pseudomonas aeruginosa. El valor paramétrico establecido es la ausencia de esta bacteria en 100 ml de agua.
Si el resultado del análisis es positivo para Pseudomonas, hay que cerrar al público la piscina o el SPA y realizar un tratamiento de limpieza y desinfección del agua y de las instalaciones.
Estrategias de prevención y control
Para prevenir la contaminación por Pseudomonas aeruginosa en instalaciones acuáticas recreativas, se recomiendan las siguientes medidas:
Mantenimiento óptimo de la desinfección
El mantenimiento de niveles adecuados de desinfectante residual es crucial para evitar la proliferación de la bacteria, siendo el cloro más efectivo que el bromo específicamente para el control de Pseudomonas.
Se recomiendan los siguientes parámetros:
- Cloro residual libre: entre 0,5 y 2 ppm
- Bromo: entre 2 y 5 ppm
- pH: entre 7,2 y 85
Es fundamental controlar estos parámetros al menos dos veces al día y corregir inmediatamente cualquier anomalía detectada para mantener condiciones adversas al desarrollo bacteriano.
Limpieza y mantenimiento rigurosos
La limpieza periódica y exhaustiva del interior de las piscinas, sus alrededores y todas las superficies es esencial. Debe prestarse especial atención a los skimmers y bordes del vaso donde suelen formarse biofilms, realizando un rascado mecánico para eliminarlos completamente.
Los sistemas de filtración requieren un mantenimiento meticuloso, con lavados frecuentes y, cuando sea necesario, sustitución de los medios filtrantes.
Protocolo de actuación ante resultados positivos
En caso de detectar recuentos positivos de Pseudomonas aeruginosa, el protocolo de actuación debe incluir:
- Limpieza y rascado de skimmers y bordes del vaso para eliminar completamente el biofilm
- Renovación del agua de la superficie del vaso, donde suele concentrarse la bacteria
- Hipercloración controlada para eliminar la contaminación residual
En caso de detectarse la bacteria, para llevar a cabo el tratamiento de desinfección se recomienda contratar los servicios de una empresa de desinfección o de tratamiento de aguas, debidamente autorizada y que cuente con el personal y los medios técnicos adecuados. En casos de positivos recurrentes, se debe considerar el cambio completo de filtros como medida definitiva.
El control efectivo de Pseudomonas aeruginosa en piscinas requiere un enfoque integral, que combine la detección precisa con medidas preventivas sistemáticas. Los técnicos de mantenimiento desempeñan un papel fundamental en este proceso, asegurando condiciones óptimas de desinfección, monitorizando regularmente los parámetros fisicoquímicos y microbiológicos del agua, y actuando con rapidez ante cualquier señal de contaminación.
Fuentes: Aerobia, Microservices, Condalab