El uso de aireadores en grifos es habitual y permite ahorrar hasta un 50% de agua. No obstante, en las instalaciones de los hospitales, estos dispositivos serian un peligro para pacientes inmunodeprimidos, al actuar de reservorio para bacterias como Legionella spp. o Acinetobacter, y propiciar las infecciones nosocomiales.
Los aireadores de griferia son pequeños dispositivos incorporados al grifo, muy útiles para ahorrar agua, que agregan aire al agua y permiten reducir el caudal que sale por el grifo, pero manteniendo su utilidad.
Pero, en el caso de las instalaciones de hospitales con pacientes de riesgo, los aireadores serían, según un estudio publicado en Infection Control and Hospital Epidemiology, un reservorio de bacterias resistentes a los medicamentos y una potencial fuente de infección.
Este estudio, realizado en dos hospitales en el norte de Italia, evalúa el impacto de los aireadores en la contaminación microbiológica del agua en las áreas de riesgo del hospital, con el fin de cuantificar el posible riesgo de exposición de los pacientes a los microorganismos a través del agua y de determinar si el riesgo de contaminación es atribuible al sistema tuberias o al uso de los aireadores.
En las pruebas realizadas durante un año, tomando muestras de agua fria y caliente de los grifos utilizados por el personal del hospital para el lavado de manos, el lavado quirúrgico y el lavado de los equipos médicos, se hallaron niveles significativamente más altos de patógenos infecciosos en el agua de los grifos con aireadores que en el agua de las tuberias del sistema de distribución.
Para evaluar el crecimiento de bacterias, tanto en el grifo como en el sistema de distribución, las muestras se tomaron antes y después de desinfectar y esterilizar el punto de salida, para poder analizar las características microbiológicas del agua de la red.
La carga microbiana total fué hasta 10 veces mayor con los aireadores que después de la esterilización del punto de salida. Microorganismos como Legionella spp., Acinetobacter spp. y otras bacterias Gram-negativas se detectaron en niveles significativamente más altos que en el agua del sistema de tuberias.
Durante el estudio se constató también que unos niveles demasiado bajos de cloro y unas temperaturas del agua caliente por debajo de la mínima necesaria para prevenir el crecimiento de Legionella, promovieron el crecimiento de patógenos asociados al agua.
Ante la complejidad de los sistemas hidraulicos de los hospitales, el estudio pone de manifiesto la necesidad de realizar investigaciones adicionales sobre el tema y contribuye a identificar posibles riesgos para los pacientes.
El articulo completo puede ser consultado en Infection Control and Hospital Epidemiology:
Maria Luisa Cristina, Anna Maria Spagnolo, Beatrice Casini, Angelo Baggiani, Pietro Del Giudice, Silvio Brusaferro, Poscia Andrea, Moscato Umberto, Fernanda Perdelli, Paolo Orlando: "The Impact of Aerator on Water Contamination by Emerging Gram-Negative Opportunists in At-Risk Hospital Departments." Infection Control and Hospital Epidemiology 35:2 (February 2014).