Casi 5 meses después de que finalizara el plazo establecido por la UE para aplicar la nueva normativa europea sobre radiaciones ionizantes (Directiva 59/2013/EURATOM), que obliga a contar con un Plan Nacional para controlar y prevenir los efectos nocivos del gas radón sobre los ciudadanos, España sigue, al parecer, sin tener ni siquiera un borrador de esa normativa.
El pasado 6 de febrero finalizaba el plazo de 4 años establecido para que los Estados Miembros realizaran la transposición de la Directiva europea 2013/59/EURATOM, que entre otras, establece la obligación de poner en marcha planes nacionales de actuación contra el radón. El objetivo: reducir el número de cánceres debidos a este gas entre la población.
Casi 5 meses después, la Fundación para la Salud Geoambiental denuncia que España sigue sin trasponer dicha Directiva al ordenamiento jurídico nacional y que ni tan sólo existe un borrador del citado plan nacional.
El problema no es menor. Se estima que en España entre 1500 y 2000 muertes anuales se deben a la exposición al gas radioactivo radón, una fuente de radiación natural que puede darse tanto en ambientes laborales como en domicilios.
En España, las zonas más afectadas por la presencia de altas concentraciones de este gas son Galicia y la zona occidental del centro de la Península. Por ejemplo, según Alberto Ruano, investigador de la Facultad de Medicina de Santiago, las mujeres de la provincia de Ourense son las españolas más golpeadas por el cáncer de pulmón. Un hecho que él atribuye al radón.
A pesar de ser un factor evitable, el radón sigue siendo un riesgo, a la espera de un marco regulador más estricto y de una mayor difusión de su existencia entre la población.
La Directiva de Euratom obliga a los Estados Miembros a realizar mediciones y a controlar el radón en viviendas, colegios, edificios públicos, lugares de trabajo. Asimismo, obliga a las administraciones a informar a ciudadanos a nivel local y nacional sobre el riesgo para la salud derivado de exponerse al radón en recintos cerrados y sobre la importancia de implantar medidas de prevención para reducir las concentraciones del gas.
Plan Nacional contra el Radón, ¿para cuándo?
Por el momento, la exposición ocupacional al radón está regulada en España de forma genérica desde 2001 por el título VII del Reglamento de Protección Sanitaria contra Radiaciones Ionizantes (RPSRI) . No obstante, hasta 2011 no se emitió legislación específica (Instrucción IS-33 del CSN) que aclarase y facilitase la aplicación de este título en la práctica.
Los requisitos relativos al radón de la Directiva 2013/59/ Euratom suponen ampliar enormemente el alcance y el nivel de protección del actual marco regulador. Por ejemplo, para la exposición ocupacional, la Directiva reduce el nivel de referencia a 300 Bq/m3, mientras que el actual nivel de referencia es de 600 Bq/m3 .
También, en el caso de la exposición doméstica, la Directiva exige a los Estados Miembros tomar medidas activas y habilitar instrumentos para proteger a sus habitantes contra los efectos adversos del gas. Por ejemplo, aplicar medidas para identificar aquellas viviendas donde el promedio anual de concentraciones de radón supere el nivel de referencia, también de 300 Bq/m3, y fomentar las medidas necesarias para reducir la concentración de radón en los hogares.
En este sentido, la Fundación para la Salud Geoambiental afirma que tampoco existen indicios de actualización del Código Técnico de la Edificación (CTE), en el que debe incluirse una sección dedicada específicamente a la protección contra el radón.
En esta nueva sección (incluida en Documento Básico HS), se fijará la exigencia reglamentaria de que la concentración de radón en los recintos habitables no supere los 300 Bq/m3, como establece el artículo 74 de la directiva 2013/59/Euratom. La sección se complementará con un documento de apoyo, en el que se definan las soluciones constructivas que permitan cumplir esa exigencia, en función del riesgo asociado al terreno de construcción o de la concentración de radón medida en el edificio a rehabilitar.
Ante las evidencias del fuerte potencial de incremento del riesgo de cáncer que tiene el radón, la obligación de poner en marcha un plan nacional contra este gas en España parece más que urgente.
Fuente: www.ecoticias.com