Un interesante documento del diario El Mundo muestra como, paradójicamente, los profesionales que desempeñan su labor profesional en centros sanitarios son los que más bajas por enfermedades comunes sufren (en concreto, un 33% más).
Entre las causas que provocan esta alta incidencia de enfermedades se encuentran las químicas (por contacto con diversas sustancias), las psicosociales (relación con los pacientes, conflictos laborales...), las biológicas (derivadas del contacto con enfermos afectados de males infecciosos o de pinchazos accidentales con jeringuillas contaminadas, etc.) y otras causas de orden físico: iluminación no adecuada, radiaciones, malas posturas, exceso de ruido y una mala ventilación.
A la vista de todo esto cabe preguntarse: ¿son los hospitales edificios enfermos?
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