
Un estudio reciente publicado en Anales de Pediatría ha evaluado la calidad del aire interior en escuelas de la Comunidad de Madrid. Los resultados son preocupantes: se han detectado niveles elevados de dióxido de carbono (CO₂), partículas en suspensión de pequeño tamaño (PM2,5) y compuestos orgánicos volátiles (COV), todos ellos por encima de las recomendaciones actuales de organismos reguladores.
Calidad del aire interior en escuelas
La calidad del aire influye directamente en la salud, y los niños son especialmente vulnerables. No solo porque tienen un sistema inmunitario en desarrollo, sino también por sus características biológicas y comportamentales: menor altura (lo que los sitúa más cerca de ciertas partículas), mayor superficie corporal relativa, mayor tasa de ventilación por minuto y mayor exposición relativa al ambiente.
Los efectos sobre la salud de una exposición prolongada a contaminantes en interiores incluyen enfermedades respiratorias, alergias, asma, rinitis, alteraciones del desarrollo neurológico e incluso una reducción del rendimiento académico.
Un estudio reciente publicado en Anales de Pediatría ha evaluado por primera vez los contaminantes presentes en el interior de colegios de la Comunidad de Madrid y sus niveles de concentración.
¿Qué se ha medido en este estudio?
El estudio, parte de un proyecto multidisciplinar liderado por profesionales de la sanidad y la arquitectura, y financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación (proyecto Lime4Health), analizó la calidad del aire en aulas de primaria de cuatro colegios madrileños con ubicaciones, entornos y exposiciones al tráfico distintas. En cada centro se seleccionaron dos aulas soleadas en la primera planta, y se registraron:
- PM2,5, PM1, PM0,3 y partículas ultrafinas (UFP <0,1 μm)
- Compuestos orgánicos volátiles (COV)
- Dióxido de carbono (CO₂)
- Temperatura y humedad relativa
Las mediciones se realizaron en cinco campañas durante 2023: febrero, abril, mayo, octubre y diciembre.
¿Qué se ha encontrado?
Cuando las aulas están ocupadas, los niveles de CO₂ superan ampliamente los 700 ppm recomendados como límite de intervención por la Asociación Española de Pediatría. Aunque el CO₂ en sí rara vez produce síntomas, actúa como marcador indirecto de ventilación deficiente y elevada ocupación, factores directamente relacionados con el confort y el rendimiento cognitivo.
Respecto a las partículas en suspensión, el estudio revela concentraciones preocupantes de PM2,5 —que pueden llegar a los alvéolos pulmonares y causar efectos respiratorios y cardiovasculares graves— y de COV, compuestos potencialmente irritantes y tóxicos.
Especial interés tienen las partículas ultrafinas (UFP), cuyo tamaño inferior a 0,1 micras les permite alcanzar incluso el torrente sanguíneo. Aunque no existen aún valores de referencia para interiores, los datos obtenidos (entre 4.417 y 8.291 partículas/cm³) se sitúan en rangos similares a los reportados en estudios de colegios en Portugal y Australia, pero por debajo de los niveles hallados en Barcelona.
¿Qué factores influyen?
La climatología y el uso de los espacios impactan notablemente en los niveles de contaminantes. En abril, coincidiendo con una ola de calor, se registraron las temperaturas más elevadas (25,8 °C) y la humedad más baja (29%), lo que coincide con un aumento de COV y CO₂. Por el contrario, en octubre, con mayor humedad (60%), se observaron menores niveles de UFP.
Estos hallazgos refuerzan la necesidad de considerar el diseño arquitectónico como parte de la solución: orientación de las aulas, tamaño, ventilación natural, materiales de construcción y disposición de ventanas y puertas son factores clave para reducir la exposición.
Un paso hacia soluciones prácticas
Aunque esta fase del estudio se centró en la medición de contaminantes y condiciones ambientales, ya se está trabajando en evaluar el estado de salud de los alumnos y en identificar las fuentes de emisión. El objetivo final es elaborar una guía de buenas prácticas que incluya recomendaciones sobre ventilación, limpieza y selección de materiales para mejorar la calidad del aire interior en las aulas.
Conclusiones
Los datos muestran que el aire que respiran a diario los niños en los colegios de primaria de la Comunidad de Madrid contiene niveles preocupantes de CO₂, PM2,5 y COV. Ante la falta de regulación específica para interiores escolares, es urgente establecer niveles de referencia para contaminantes como las partículas ultrafinas y diseñar estrategias para su control.
La mejora de la calidad del aire en las aulas no solo es una cuestión de salud, sino también de bienestar y éxito educativo. Este estudio marca un primer paso en esa dirección.
Referencia:
Begoña Pérez-Moneo, María Aparicio Rodrigo, M.a Dolores Redondas Marrero, Kevin Sabariego Moreno, María del Mar Barbero Barrera, Descripción de la calidad del aire y características ambientales en aulas de primaria de la Comunidad de Madrid, Anales de Pediatría, Volume 102, Issue 3, 2025, 503792, ISSN 1695-4033, https://doi.org/10.1016/j.anpedi.2025.503792.