Moho en interiores, recomendaciones para abordar este problema de calidad del aire interior

Moho en interiores, recomendaciones para abordar este problema de calidad del aire interior


El moho son hongos microscópicos presentes de forma natural en el ambiente, que pueden colonizar espacios interiores donde existe humedad. Además de los daños que produce en las estructuras de los edificios, el moho puede originar problemas de salud como alergias, ataques de asma o dolor de cabeza. ¿Cómo abordar este problema de calidad del aire interior?


 

Moho en espacios interiores

Los mohos son una parte necesaria del medio ambiente por su función en la degradación de materiales orgánicos y el enriquecimiento del suelo. Sin embargo, su crecimiento en el interior de los edificios se convierte en un problema, al degradar superficies y afectar negativamente a la salud. 

Algunos de ellos son alérgenos que agraban o causan problemas en la piel, los ojos y las vías respiratorias, y unos pocos producen micotoxinas nocivas que pueden causar problemas graves de salud.

La principal causa de la aparición de moho en el interior de los edificios es la humedad. Estos microorganismos se reproducen por esporas, semillas diminutas que viajan por el aire y que cuando se posan sobre una superficie húmeda forman colonias y se convierten en lo que llamamos moho. Cualquier superficie húmeda es apropiada para el crecimiento del moho; madera, paneles de yeso, aislamientos, alimentos, telas, etc. El crecimiento del moho en colonias es rápido y puede formarse en una superficie húmeda en tan solo 24 a 48 horas.

Los problemas de salud se producen cuando las personas inhalan grandes cantidades de esporas en el aire. Sin embargo, una cantidad pequeña de esporas puede también causar problemas de salud en algunas personas, como bebés y niños, pacientes inmunocomprometidos, personas con afecciones respiratorias existentes o los ancianos.

Cómo detectar su presencia

La presencia de moho no visible a simple vista puede reconocerse por:

  • Decoloración en zonas del techo o la pared: un color amarillo claro o marrón que se infiltra en las paredes y crece lentamente con el tiempo, puede significar daño por agua y crecimiento de moho.
  • El olor a humedad, rancio y acre, al entrar en la estancia.
  • Un indicio menos común es que algunas personas desarrollen tos persistente al encontrarse en la estancia.
  • Fuentes ocultas de moho pueden ser los conductos de aire y cavidades en las paredes.

Sanear y secar la zona contaminada

Eliminar las fuentes de humedad y secar bien la zona afectada es necesario para evitar el crecimiento del moho. La ventilación natural, cuando la humedad ambiental exterior es más baja que en el interior, ayuda a secar las zonas húmedas. El uso de ventiladores y deshumidificadores para eliminar el exceso de humedad también se recomienda, excepto en el caso de que el moho ya haya comenzado a crecer, dado que los ventiladores pueden propagarlo.

Los objetos mojados deben retirarse y, según su grado de afectación, deberan desecharse o limpiarlos y desinfectarlos. Los alimentos que no estén cerrados herméticamente y puedan haber sido afectados por el moho deben desecharse.

Limpiar y desinfectar

moho

Antes de empezar a limpiar y desinfectar la zona afectada, se recomienda valorar si es necesario recurrir a una empresa de sanidad ambiental especializada para realizar la tarea. Si se trata de un área mayor de 1-2 m2 mejor dejarlo en manos de profesionales.

Si la zona es menor y vamos a gestionar nosotros la eliminación del moho, lo primero de todo es protegernos con guantes, manga larga, máscara respiratoria y protección para los ojos. 

Y lo segundo es asegurarnos de que la zona de trabajo está bien ventilada. Hay que tener cuidado al limpiar y desinfectar el moho porque libera esporas al tocarlo y removerlo. Por esto también se recomienda mucha precaución al eliminar objetos contaminados con moho, o contratar a una empresa para hacerlo.

Para el tratamiento de las superficies duras con moho se recomienda seguir estos pasos: 

  • Lavar las superficies de metal, vidrio, madera maciza, plástico y otros materiales no porosos con un detergente sin amoníaco y agua caliente.
  • Usar un cepillo rígido para limpiar materiales de superficie áspera, como el concreto.
  • Usar una aspiradora en seco y húmedo para eliminar el agua y limpiar los elementos expuestos.
  • Desinfectar todas las superficies ya limpias con una solución de lejía al 10%, dejándola actuar durante, al menos, 10 minutos antes de enjuagar con agua limpia o dejar secar.

Para el tratamiento de las superficies porosas con moho se recomienda seguir estos pasos: 

  • El moho puede crecer o llenar los espacios vacíos y las grietas de los materiales porosos, por lo que puede ser difícil o imposible eliminarlo por completo. Probablemente será necesario reemplazar los materiales absorbentes, como las placas de yeso, contaminadas. 
  • En los objetos con superficies porosas, como ropa, alfombras o papeles, la pregunta es si deben o no desecharse. Si un artículo ha estado húmedo durante menos de 48 horas, se puede limpiar y desinfectar. Luego debe secarse completamente y monitorearse durante varios días para detectar cualquier crecimiento de hongos y olores. Si se desarrolla moho, debe desecharse.

En ambos casos, el área tratada debe dejarse secar completamente durante días antes de comenzar a reconstruirla o volver a poner artículos en ella.

Cómo prevenir el moho

No existe una forma práctica de eliminar por completo el moho y sus esporas en el ambiente interior pero si que hay formas de controlar la humedad y crecimiento del moho. Por ejemplo:

  • Arreglar las fugas de agua en las tuberías y sanear cualquier área húmeda en cocinas, lavabos, etc. para evitar el crecimiento de contaminantes biológicos
  • Reconstruir o reacondicionar las zonas húmedas con materiales resistentes al agua
  • Evitar la entrada de agua desde el exterior
  • Ventilar tanto como sea posible
  • Limpiar los conductos de aire si sospecha que hay moho en la superficie interior del conducto o si el aislamiento del conducto se ha mojado.
  • Reducir la humedad del aire con deshumidificadores, ventiladores y ventanas abiertas o acondicionadores de aire, especialmente en climas cálidos. Como ya hemos visto NO se deben usar ventiladores si es posible que ya exista moho.
  • Reducir el potencial de condensación en superficies mediante aislantes.
  • Revisar de forma rutinaria posibles olores a moho o manchas y desinfectar regularmente las zonas más susceptibles de crecimiento.
     

 

Fuentes:  MOLD & MILDEW IN YOUR FLOOD DAMAGED HOME y www.epa.gov/mold

 

 

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