La conductividad es uno de los parámetros indicadores de la calidad del agua de consumo, cuya monitorización permite conocer las características y los cambios en la mineralización del agua. Se considera un parámetro de confort, sin embargo superar los valores parámetricos de conductividad puede afectar negativamente al sabor del agua y potenciar problemas en las instalaciones asociados al agua dura, corrosiva o incrustante.
Calidad del agua de consumo
Hace unos dias hablamos del hierro y el manganeso como parámetros indicadores de la calidad del agua de consumo, un grupo de parámetros que, aunque no tienen una incidencia directa sobre la potabilidad y seguridad del agua, deben ser monitorizados para mantener unas adecuadas propiedades organolépticas del agua y evitar problemas en las instalaciones de distribución y equipos que la utilizan.
Hoy veremos algunos aspectos básicos de otro de los parámetros indicadores de la calidad del agua regulados en el Anexo I del Real Decreto 3/2023 por el que se establecen los criterios técnico-sanitarios de la calidad del agua de consumo, su control y suministro: la conductividad.
La conductividad y la calidad del agua
La conductividad es la capacidad que tiene el agua para conducir la corriente eléctrica y está estrechamente relacionada con la presencia de sales (calcio, magnesio, potasio, sodio, bicarbonatos, etc.) disueltas en el agua, que se han incorporado de forma natural desde el medio ambiente durante el ciclo del agua.
La mayoría de los sólidos que permanecen en el agua después del proceso de filtración son iones disueltos, por ejemplo el cloruro de sodio se encuentra como Na+ y Cl-. La cantidad total de estos sólidos disueltos en el agua incide sobre el valor de la conductividad del agua: cuanto mayor sea la cantidad de sales disueltas en el agua, mayor será el valor de la conductividad eléctrica, que para las aguas de consumo se expresa generalmente en microsiemens (µS).
Otro factor determinante en la conductividad del agua es la temperatura: a mayor temperatura mayor conductividad. Por lo que para la determinación de la conductividad en las aguas de consumo humano se toma como referencia la temperatura de 20ºC.
El parámetro conductividad incluye el total de las sustancias de carácter iónico presentes en el agua de consumo, lo que permite monitorizar mediante una única medida cualquier cambio significativo en la mineralización de la misma
Valor de la conductividad como indicador
Como hemos visto, la conductividad indica una mayor o menor concentración de sales disueltas en el agua. Cada agua natural tienen una conductividad que la caracteriza, pero la presencia elevada de concentraciones de sólidos disueltos pueden dar lugar a sabores desagradables. Por el contrario, un agua excesivamente blanda tampoco tiene buen sabor. Lo ideal es que tenga una mineralización equilibrada, por lo que mantener la conductividad dentro de los valores paramétricos establecidos por la normativa ayudará a mantener unas características organolépticas del agua adecuadas.
Otro problema que puede indicar la conductividad es una excesiva dureza del agua. El agua dura o agua calcárea es aquella que contiene un alto nivel de minerales disueltos, especialmente sales de calcio y magnesio por litro de agua. Las aguas duras se comportan como incrustantes, al precipitar carbonato cálcico y otras sustancias que se adhieren a las paredes internas de equipos e instalaciones, dificultando el mantenimiento de los equipos de tratamiento de aguas y de los electrodomésticos de limpieza domésticos o industriales. Por otra parte, el agua dura aumenta la cantidad de detergente necesaria para conseguir una limpieza efectiva.
Aunque el carácter incrustante del agua no es directamente un problema para la salud de los consumidores, las incrustaciones pueden dar cobijo a bacterias u otros microorganismos y a la formación de biofilms, que pueden dispersarse por la red de distribución y equipos, y llegar a causar enfermedades, como la legionelosis.
Valores paramétricos para la conductividad
Según el Real Decreto 3/2023:
- se fija un valor paramétrico para la conductividad de 2500 μS/cm a 20 ºC
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El valor de no aptitud será 4.000. μS/cm a 20 ºC
El agua de consumo en ningún momento puede ser ni agresiva ni incrustante.
Fuentes: Lenntech, Hanna Instruments, iAgua