Las feromonas de los insectos son herramientas de comunicación química entre individuos de la misma especie, que inciden sobre procesos vitales como la reproducción. La aplicación de estos compuestos al control de insectos plaga es un campo fascinante de investigación, que se ha diversificado en diferentes enfoques de intervención sobre el comportamiento de las plagas. El ultimo boletín de la SEEA es un interesante monográfico sobre este tema.
Las señales químicas son un canal fundamental de comunicación para los insectos, que les permiten adaptarse y sobrevivir en su entorno, ya sea emitiendo y recibiendo información entre individuos de la misma u otras especies o induciendo comportamientos en otros organismos.
Un canal que la industria del control de plagas ha explorado como via de monitorización e intervención en las poblaciones problemáticas de insectos, especialmente en la protección de cultivos pero también en el control de plagas urbanas o en la industria agroalimentaria. La Sociedad Española de Entomología Aplicada (SEEA) ha dedicado su boletín más reciente a este interesante tema, con una serie de artículos especializados de gran calidad y diversas entrevistas a entomólogos expertos.
La comunicación química y el control de plagas
Las feromonas forman parte de los semioquímicos, el abundante conjunto de decenas de miles de metabolitos que emiten todos los organismos vivos para comunicarse entre si y que, clásicamente, se han clasificado en feromonas ( compuesto químico que interviene en la comunicación entre individuos de la misma especie) y alelomonas (cuando afectan a individuos de diferentes especies). A los que hay que añadir las paraferomonas, que son compuestos sintéticos (no naturales) que inducen una actividad análoga a las señales químicas naturales.
Dentro del conjunto de los semioquímicos, de especial relevancia para el control de plagas son las feromonas de los insectos, que les permiten comunicarse con individuos de la misma especie a largas distancias, de forma muy específica. Estos compuestos poseen una elevada sensibilidad, siendo biológicamente activas a dosis extremadamente bajas, su biosíntesis requiere poca energía y son muy selectivos para cada especie.
Las feromonas inciden en procesos vitales de los insectos, como la reproducción o la organización social y pueden aplicarse intencionadamente para interferir en los mecanismos de comunicación entre los insectos y regular sus poblaciones.
Con el desarrollo de técnicas para aislarlas, caracterizar su estructura y sintetizarlas, las feromonas se consideran una alternativa recomendable, muy específica y no contaminante ni tóxica, para el control integrado de plagas. Sin embargo, los expertos destacan que aunque la especificidad es una de las fortalezas del uso de semioquímicos para el control y monitoreo de insectos perjudiciales, este mismo hecho determina, en el caso de principios activos que requieren síntesis complejas, su escasa disponibilidad para implementarlos en estrategias de control integrado a gran escala.
Métodos de control de plagas con feromonas
Son diversos los enfoques de control de plagas con feromonas sobre los que podemos leer en el documento de la SEEA. Por ejemplo, los sistemas que utilizan feromonas para generar confusión sexual en los insectos. Mediante la liberación de una elevada cantidad de feromonas sexuales sintéticas específicas se consigue interrumpir o dificultar la localización de individuos en el apareamiento. En este caso, la disminución de la plaga se produce por una menor descendencia debida al retraso, reducción o prevención del nivel de apareamientos de los adultos.
Otra estrategia es el uso de antagonistas feromonales y, en particular, de inhibidores de los enzimas responsables del catabolismo de la feromona. El proceso de catabolismo de la feromona transcurre en los lepidópteros por la acción de enzimas presentes en las antenas de los insectos. Estos enzimas degradan los componentes feromonales, y su inhibición conduce a una acumulación de moléculas de feromona en las proximidades de los receptores antenales de los machos, lo que conlleva una incapacidad del insecto para detectar nuevas moléculas del atrayente emitidas por las hembras.
Finalmente, existen también sistemas de atracción y afectación de los insectos, en los que se utiliza el semioquímico para atraer a los insectos hacia una superficie o un dispositivo en el que quedará atrapado afectado y/o imposibilitado para continuar con sus funciones biológicas de distintas maneras:
- Sistemas de atracción y muerte: cuando el insecto es atraído hacia una superficie o dispositivo en el que el fin último es la muerte del insecto, por ahogamiento, por efecto de un tóxico, un pegamento o por la imposibilidad física de escapar.
- Sistemas de atracción e infección: aquellos en los que el insecto es atraído hacia un dispositivo en el que se le expone a un microorganismo entomopatógeno, de manera que quede infectado y sea capaz de transmitir la infección a sus congéneres.
- Sistemas de atracción y esterilización: en los que la atracción del semioquímico lleva a los insectos hasta un dispositivo que contiene un agente esterilizante, de manera que el insecto que abandone el dispositivo sea capaz de transmitir la esterilidad de forma horizontal y/o vertical.
Si te interesa el tema de las feromonas aplicadas al control de plagas, te recomendamos leer:
Boletín de la Sociedad Española de Entomología Aplicada nº5, 2020