El fuego bacteriano es una enfermedad que afecta a árboles frutales de pepita (manzano, peral, etc.) o plantas de la familia de las rosáceas entre otros. Está provocada por la una bacteria llamada Erwinia amylovora, que ataca a los brotes o ramas más jóvenes y puede llegar a causar la muerte del árbol.
El nombre de la enfermedad tiene su origen en la apariencia de los árboles afectados, que parecen quemados, y tiene su afectación distribuida en cualquier lugar del mundo de clima templado. La primera noticia de su incidencia en España data del año 1995 y la zona geográfica fue el País Vasco. Desde ese momento se han ido detectando nuevos focos periódicamente, el último de los cuales en la provincia de León.
Su tratamiento no es fácil, puesto que el uso de pesticidas es poco efectivo con determinados productos o es efectivo pero mediante el uso de sustancias que están prohibidas (estreptomicina), con lo cual en la práctica no se pueden realizar estas actuaciones. Por lo tanto, hay que buscar métodos alternativos:
- Evitar al máximo que las plantas se hieran. En caso de que ocurra, pueden protegerse esas heridas con oxicloruro de cobre.
- En caso de que la bacteria haya empezado a actuar, es necesario podar lo antes posible las partes afectadas para que no se extienda la enfermedad.
- Si no se puede salvar la planta, es necesario retirarla del área afectada para que la bacteria no se siga extendiendo.
Árbol afectado por fuego bacteriano
Fotografía: Plant Pathology Online.