Las garrapatas del género Hyalomma son el principal vector del Virus de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, una infección poco habitual en España pero con cuadros clínicos graves. La distribución geográfica del virus coincide en lineas generales con la del vector, que se expande con las aves migratorias o el ganado que parasita. El ECDC ha publicado nuevos mapas de distribución de estas garrapatas en Europa.
El virus de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo (FHCC) circula en un ciclo enzoótico silencioso garrapata-vertebrado-garrapata, cuya presencia en España es conocida desde el año 2010 en el que investigadores del Centro de Investigación Biomédica de La Rioja (CIBIR) hallaron el virus en garrapatas de ciervos del sudoeste de la Península.
Las garrapatas del género Hyalomma son los principales vectores del virus que causa la FHCC . Hyalomma marginatum , cuyas formas inmaduras se han encontrado en pequeños mamíferos y aves y las formas adultas en ganado, zorros, jabalíes, ciervos y liebres, es el principal vector en el sur de Europa.
Sin embargo, el virus también se ha identificado en la especie Hyalomma lusitanicum en España, cuyo hábitat está muy relacionado con la abundancia de conejos, sobre los que se alimentan larvas y ninfas y de ungulados domésticos y silvestres, sobre los que se alimentan los adultos.
Según datos del Centro Europeo para Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) la distribución geográfica de estas garrapatas en Europa se ha extendido en los últimos años hacia nuevas regiones. Hyalomma marginatum está ampliamente distribuida en el sur y este de Europa, y va introduciendose en zonas del centro y norte de Europa.
Hyalomma marginatum es un ectoparásito común de aves migratorias. Los estados inmaduros de la garrapata permanecen adheridos hasta 26 días al ave, lo que permite su transporte pasivo a través de los continentes. Aunque es probable que las garrapatas que parasitan aves migratorias de larga distancia no puedan establecerse en nuevas zonas, las aves infestadas que migran a distancias cortas tienen más posibilidades de establecer nuevas poblaciones locales.
Por ejemplo, los casos autóctonos de FHCC que se dieron en España en el 2016 compartían una huella genética propia de un linaje africano, no relacionado con la variante de la enfermedad presente en el Este de Europa, y se piensa que esta variante del virus puede haber llegado a España a través de garrapatas transportadas por aves migratorias parasitadas procedentes del norte de África.
Los seres humanos no son los hospedadores preferidos de las garrapatas Hyalomma y rara vez son mordidos en comparación con el ganado. Sin embargo, en zonas y actividades de riesgo, como agricultura, silvicultura o senderismo, se recomienda protegerse frente a las picaduras de las garrapatas. Llevar manga y pantalón largo, calzado cubierto, ropa de color claro, evitar sentarse o caminar en la vegetación y utilizar repelentes son algunas de las recomendaciones para evitar las picaduras.
También es importante revisar la presencia de garrapatas adheridas al cuerpo después de estar expuestos a posibles contactos con estos ácaros en zonas endémicas y extraerlas correctamente lo antes posible, ya que la mayoría de las enfermedades transmitidas por garrapatas requieren que el parásito se adhiera e ingiera sangre durante algunas horas antes de que la persona se infecte.
Cuando están infectadas, las garrapatas pueden transmitir el virus FHCC durante toda su vida. En el hemisferio norte, Hyalomma marginatum generalmente se activa por el aumento de la temperatura en primavera (principios de abril) y las etapas inmaduras están activas en verano, entre mayo y septiembre. Los inviernos suaves contribuyen a su supervivencia, favoreciendo la persistencia del virus.
La FHCC es una de las arbovirosis más ampliamente distribuidas en el mundo, con una extensión que va desde el sur de Rusia y la Región del Mar Negro hasta el sur de África. En la Región de Europa de la OMS, se han notificado casos de infección humana por FHCC en Albania, Armenia, Bulgaria, Georgia, Grecia, Kosovo, Rusia, Serbia, Turquía y Ucrania, así como en Kazajstán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán, siendo Turquía el país más afectado. En España se notificó el primer caso humano autóctono y una infección nosocomial en 2016, y posteriormente un caso en 2018.
Fuente: ECDC