Como resultado de las acumulaciones de agua producidas durante las recientes lluvias en el mes de marzo, se han empezado a producir eclosiones de huevos y el retorno a la actividad de las larvas del mosquito Ochlerotatus caspius. Por este motivo la Administración en Catalunya ha iniciado el uso de larvicidas para limitar la eclosión de las crias de mosquito.
Arranca la campaña de control contra los mosquitos con el uso de larvicidas
En declaraciones a Europa Press, el codirector del Servicio de Control de Mosquitos del Baix Llobregat, Carlos Aranda, ha señalado que en las últimas semanas, se han empezado a producir eclosiones de huevos de mosquitos y el retorno a la actividad de este insecto. Por este motivo, los técnicos han iniciado las fumigaciones en las marismas del Baix Llobregat con un producto biológico fabricado a partir de una bacteria, Bacillus thuringiensis, dando inicio así a una serie de actividades sobre el terreno que se prolongarán hasta el mes de noviembre.
El producto utilizado para el tratamiento, Bacillus thuringiensis var. israelensis o BTi, es un producto biológico y muy específico, con el fin de no dañar el resto de fauna presente en las zonas tratadas. Los técnicos evalúan en un primer momento los terrenos donde se cree que podrían habitar mosquitos en estado larvario y, una vez comprobada su presencia, proceden a aplicar los tratamientos.
 Mosquito Ochlerotatus sp. : D.Cappaert, Bugwood.org |
40 especies distintas de mosquitos
Catalunya cuenta con poblaciones de unas 40 especies distintas de mosquitos, de las 60 que se han citado en España, y el inicio de su actividad se produce en estas fechas gracias al aumento de las temperaturas y la presencia de agua donde depositan las larvas, si bien cada una tiene unos parámetros biológicos diferentes.
El combate de la Administración contra este insecto supuso el año pasado que en el Baix Llobregat, una de las zonas de Catalunya donde los mosquitos provocan más problemas con sus picaduras, se realizaran unas 9.000 actuaciones en el medio natural rural --de las que 1.400 fueron tratamientos con larvicidas--, además de más de 100.000 actuaciones sobre imbornales de zonas urbanas.
Además, se han construido balsas permanentes que actúan como pequeños refugios para asegurar la supervivencia durante las épocas de sequía de peces que depredan las larvas, como es el caso del 'fartet', una especie autóctona con poblaciones actualmente muy reducidas en la comarca.
Aranda insiste en la necesidad de contar con la colaboración ciudadana para evitar la proliferación de los mosquitos en pequeñas acumulaciones de agua en el ámbito privado y afirma que es imposible predecir el nivel de afectación que provocarán los mosquitos este año, ya que su expansión dependerá de las temperaturas y las precipitaciones que se produzcan en las próximas semanas.
Fuente: EuropaPress
