Viven en la madera y la perforan, formando galerias y agujeros pero, a diferencia de las termitas, no se alimentan de ella. Son las hormigas carpinteras, perforadoras capaces de hacer estragos en las estructuras de madera de los edificios y omnívoras deambuladoras en cocinas y comedores. Un artículo de Amador Barambio publicado en la revista PCN nos habla de ellas.
Las hormigas carpinteras
Las hormigas carpinteras, también llamadas madereras, construyen sus nidos en la madera, perforándola y sacando finas virutas al exterior, señal que delata la presencia de estos insectos a los ojos del que las conoce bien.
Además de causar destrozos en postes, ventanas o pérgolas, estos pequeños insectos de alimentación omnívora se desplazan lejos de su nido para obtener la comida, por lo que es posible verlas pasearse por comedores, muros, cocinas o cables en su quehacer para sostener a la colonia.
Se alimentan tanto de materia vegetal como animal, como pueden ser insectos muertos, carnes y grasas, fuentes de azúcar como exudados dulces de plantas y coníferas o secreciones melosas que excretan algunos homópteros: áfidos (pulgones) y cóccidos.
Pueden mantener simbiosis con ciertas orugas de mariposas, que las hormigas llevan al hormiguero y a las que alimentan con sus propias larvas, para mantenerlas vivas y poder así ingerir las secreciones que las orugas excretan.
Se organizan en colonias, a partir de una reina original, y pueden llegar a ser miles de miembros, por lo que las obreras agrandan gradualmente el nido, excavando nuevas galerias y dependencias en la madera, a medida que aumenta la población.
Activas todo el año
Por las condiciones climáticas favorables que encuentran dentro de las construcciones humanas, las hormigas carpinteras están activas todo el año y se las puede encontrar en el exterior y el interior. Suelen convertirse en un problema económico por su capacidad de deteriorar las estructuras de madera, preferentemente aquellas que previamente ya han sido atacadas por hongos lignívoros.
En el exterior pueden alojarse en troncos y ramas gruesas de árboles generalmente secos, maderas sueltas, troncos huecos, etc. prefiriendo la madera húmeda a la seca. En zonas urbanizadas pueden escoger postes y elementos estructurales exteriores para anidar, como repisas de las ventanas, bancos de madera y cualquier madera que esté en contacto con la tierra.
Su presencia en interiores puede ser debida a problemas de humedad en las estructuras de madera del edificio, pudiendo instalarse en escaleras, marcos de ventanas, puertas u otros elementos de madera o también infestar espacios vacíos entre paredes, puertas huecas, espacios tras cajones de muebles o paneles de aislamiento.
Las especies más comúnes son las Crematogaster spp. y las Camponotus spp . También, pero en menor medida se dan casos de ataques de la Formica ligniperda, de la Lasius niger y de la Lasius fuliginosus.
Tratamiento de las infestaciones
Como explica Amador Barambio, ante una infestación lo primero será buscar las causas que producen la humedad en la madera atacada y tomar medidas para eliminarlas. Según el grado de deterioro de la madera, podrá repararse y sellar las vias de acceso de las hormigas, o deberá ser eliminada y susbtituida, sobretodo si la madera ha perdido resistencia mecánica.
Es conveniente realizar un tratamiento con productos biocidas contra las hormigas para eliminar el hormiguero, siendo los geles los que mejores resultados obtienen.
También en los elementos de madera próximos al atacado debe realizarse un tratamiento biocida; o bien una pulverización con un producto listo para su uso o un gel, o bien inyección, siguiendo los protocolos habituales.
Fuente:
Amador Barambio: Las hormigas carpinteras en las estructuras humanas, Pest Control News Nº 32