Cientificos han descubierto que la capacidad de las hembras de Anopheles gambiae para producir huevos maduros, tras ingerir sangre, depende de una hormona transmitida por el macho durante el apareamiento. El estudio muestra cómo los mosquitos machos contribuyen a la ovogénesis en las hembras e identifica un mecanismo molecular que puede reducir el éxito reproductivo de las poblaciones de mosquitos y facilitar el control de la malaria.
La habilidad reproductiva de Anopheles gambiae contribuye a su importante rol como vector de la malaria. Un estudio realizado por la Escuela de Salud Pública de Harvard (EEUU) y la Universidad de Perugia (Italia), ha descubierto que el número de huevos producidos por las hembras después de ingerir sangre depende de si se han apareado previamente.
El estudio identifica una interacción molecular entre una hormona esteroide, 20-hidroxi-ecdisona (20E), transmitida por el macho durante la cópula y el estimulador de ovogénesis inducido por la cópula (MISO), una proteína reproductora femenina, cuya expresión se activa en el apareamiento y origina un aumento de la producción de huevos.
Las hembras de Anopheles gambiae raramente se aparean más de una vez durante su vida. Hasta el momento se desconocia que las interacciones moleculares entre macho y hembra que se producen durante esta única cópula regulan una serie de acontecimientos que cambian profundamente la fisiología y el comportamiento de las hembras.
A. Gambiae, J.Gathany-CDC |
Durante la cópula, las hembras reciben los espermatozoides, que se almacenan en un órgano denominado espermateca, y las secreciones seminales producidas por las glándulas masculinas.
A partir de aqui, las hembras alimentadas con sangre aumentan su producción de huevos e inician la puesta. La regulación de la producción de huevos en Anopheles gambiae es un proceso particularmente complejo, que depende de dos señales principales: una derivada de la ingesta de sangre y otra activada en el apareamiento.
Mientras que todas las hembras necesitan alimentarse de sangre para desarrollar los huevos, las vírgenes tienen en general un estado pre-gravido donde se requieren dos o más tomas consecutivas para completar el primer ciclo gonotrófico (ciclo que comprende desde la ingesta de sangre hasta la ovoposición). Esto tiene profundas implicaciones para la transmisión de la malaria, ya que aumenta la probabilidad de contacto con el huésped humano .
El estudio, dirigido por Flaminia Catteruccia, profesora de Inmunología y enfermedades infecciosas, analiza la interacción entre la hormona esteroide 20E y la proteína MISO. Utilizando técnicas químicas los investigadores suprimieron el funcionamiento de la proteína MISO en los mosquitos hembra, lo que redujo la capacidad de las hembras para desarrollar huevos.
Asimismo, se descubrió la via molecular a través de la cual interactúan la hormona masculina 20E y la proteína femenina MISO en el tracto reproductivo de la hembra, y que ésta interacción aumenta la acumulación de lípidos en los ovarios, lo que lleva a una más rápida y mayor producción de huevos.
Los investigadores afirman que el hallazgo es prometedor para desarrollar nuevas herramientas de control de la malaria. El conocimiento de cómo los mosquitos machos contribuyen a la ovogénesis en las hembras, identifica un mecanismo molecular que puede ser manipulado para reducir el éxito reproductivo de las poblaciones naturales de mosquitos y facilitar el control de la enfermedad.
Articulo original: Baldini F, Gabrieli P, South A, Valim C, Mancini F, et al. (2013) The Interaction between a Sexually Transferred Steroid Hormone and a Female Protein Regulates Oogenesis in the Malaria Mosquito Anopheles gambiae PLoS Biol 11(10): e1001695. doi:10.1371/journal.pbio.1001695