Es muy cierto que la actividad humana es la principal responsable de la existencia de poblaciones de mosquitos, sobre todo del mosquito común (Culex pipiens), una especie oportunista que aprovecha grandes masas de aguas abandonadas para desarrollar la fase larvaria.
Si nos centramos en Barcelona, podemos decir que el seguimiento efectuado en los últimos años por los servicios de vigilancia y control de plagas municipales nos permite afirmar que la ciudad no es una de los más afectadas por el mosquito común, ya que la la ausencia de grandes masas de agua abandonadas reduce las posibilidades de establecimiento en condiciones muy concretas.
Pero la situación ha cambiado desde el agosto de 2005, cuando se detectó la presencia de un nuevo vecino: el mosquito tigre (Aedes albopictus), una especie de origen asiático y que debido al transporte y la globalización ha ido colonizando buena parte de la franja mediterránea. El problema principal radica en que pica principalmente de día, produce molestias debido al gran número de picaduras que hace y, sobre todo, que los lugares de proliferación larvaria se corresponden con pequeños recipientes, cosa que aumenta considerablemente los habitats potenciales para que la hembra deposite los huevos.
A este escenario tenemos que añadirle una aspecto que favorece su proliferación: el agua, elemento imprescindible porque se puedan desarrollar las larvas. En este sentido, la atípica primavera lluviosa que hemos tenido en Barcelona ha favorecido la creación de hábitats potenciales para la proliferación de mosquitos, tanto de mosquito común como de mosquito tigre.
Sin embargo, es preciso decir que el establecimiento y proliferación del mosquito tigre no obedece tanto a condiciones ambientales, ya que muchos de los hábitats de apostadero son dependientes de la actividad humana: regaderas, cubos y platos bajo las macetas llenos de agua, pequeños recipientes que se llenan con agua de riego, etc.
Este hecho implica un cambio considerable a nivel de control, ya que el 85% de los lugares de proliferación corresponden a propiedades privadas, casas con jardín o terrazas que tienen pequeños recipientes que pueden acumular agua. La experiencia internacional nos dice que la estrategia de control utilizada en la mayoría de países está fundamentada al minimizar el impacto de la especie sobre la calidad de vida de los ciudadanos y al dar a la población la información de las medidas preventivas que es preciso adoptar a sus viviendas para combatir el mosquito de manera efectiva.
La Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB) lleva a cabo desde el 2005 un programa de vigilancia y control del mosquito tigre fundamentado al dar atención a las denuncies ciudadanas, e informar - asesorar a los ciudadanos de las medidas preventivas que es preciso adoptar en sus viviendas para evitar el establecimiento y proliferación del insecto.
En resumen, el control del mosquito tigre es una tarea individual que repercutirá a nivel colectivo, ya que su control es principalmente una cuestión de acción social y de implicación de la población. Son los ciudadanos quienes más cerca están de la base del problema y los que tienen –tenemos- en su mano la solución.
Medidas preventivas:
- Vaciar dos veces por semana los recipientes del exterior que puedan acumular agua: juguetes, ceniceros, jarrones, cubos, platos bajo las macetas, platos de animales domésticos, piscinas de plástico, etc.
- Vaciar dos veces por semana o tapar con tela mosquitera espesa los fregaderos y los pequeños charcas.
- Evitar acumulaciones de agua en zonas de drenaje o canales de desagüe.
- Evitar los agujeros y las depresiones del suelo donde se pueda acumular agua y tapar los agujeros de los troncos de árboles llenándolos de arena.
- Eliminar el agua de los recipientes donde encontramos larvas de mosquito.
Cómo evitar las picaduras
- Podemos evitar la entrada del mosquito a los edificios instalando teles mosquiteras que impidan su paso por ventanas, puertas y otras aperturas.
- Para evitar las picaduras es recomendable llevar ropa de manga larga y pantalón largo, (mejor si son de color claro), así como calcetines.
Cómo curar las picaduras
- Lavar y desinfectar bien la zona de la picadura.
- El tratamiento es sintomático. En el supuesto de que persistan las molestias consultar al médico.
Si se opta por utilizar un repelente es preciso:
- Emplearlo sólo en el exterior y durante el tiempo necesario, y cumplir estrictamente las instrucciones de uso, especialmente el número de aplicaciones diarias permitidas.
- No aplicarlo a niños menores de 2 años. En niños mayores se evitará siempre y cuando se pueda, y nunca se pondrá en las manos de los niños, ya que se las pueden llevar a la boca o a los ojos.
- No es aconsejable aplicarlo en la ropa.
- Cuando ya no sea necesario el repelente es preciso limpiar bien la piel con agua y jabón.
- Si se presenta alguno tipo de reacción en la piel, lavar bien la zona con agua y jabón y consultar al médico.
Nota: artículo remitido desde la ASPB.