Las polillas son lepidópteros de pequeño tamaño que se han adaptado a convivir con nosotros en el interior de los edificios, convirtiéndose a veces en una plaga que devora alimentos, ropas, papel y otros bienes materiales que atesoramos los humanos. Los expertos en conservación del patrimonio en museos y casa antiguas del English Heritage saben bien cómo mantenerlas a raya de los materiales textiles y nos dan sus mejores consejos para prevenir su presencia en casa.

En la naturaleza, las polillas se consideran unas excelentes recicladoras de la materia orgánica. Al alimentarse, sus larvas contribuyen a la transformación de la materia orgánica en los procesos de degradación que se llevan a cabo durante el compostaje, realizando una valiosa tarea de limpieza de desechos orgánicos y aprovechamiento de nutrientes dentro de la cadena trófica.

El problema empieza cuando se cuelan en casa y dicho proceso de degradación se da, entre otros, en nuestra alfombra, abrigo o alimentos almacenados.

Las pequeñas mariposas que llamamos polillas son la forma adulta de ciertos grupos de insectos lepidópteros. Entre ellas, la familia de los tineidos (Tineidae) está especialmente ligada a los humanos y puede encontrarse en cualquier casa, en rincones tranquilos donde no se limpia de forma regular. Mientras que las mariposas adultas que podemos ver no causan daños, son las larvas de estos pequeños insectos las que pueden llegar a degradar objetos de valor.

¿Qué podemos hacer para prevenir las polillas en casa? Los expertos de la organización English Heritage, que se ocupan de conservar numerosos objetos de patrimonio histórico inglés muy atractivos para las polillas, nos dan algunos consejos.

Las polillas en casa

Primero, si queremos identificar la especie de polilla que tenemos en casa, quizás nos puede ayudar el estupendo póster de English Heritage, donde se recogen los principales insectos plaga habituales en casas antiguas. 

En lo que a las polillas de la ropa se refiere, se destacan Tineola bisselliella, Tinea pellionella y Monopis Crocicapitella. Es interesante que podemos ver la forma adulta y también las larvas, que tienen apariencia de oruga.

Tineola bisselliella es la llamada polilla común de la ropa y se parece mucho, en tamaño y color, aTinea pellionella, a la que se llama polilla portaestuche de la ropa, porque construye un saco de seda que le sirve de protección. Las larvas de las tres especies se alimentan de lana, seda, piel y plumas.

Las polillas del hogar Endrosis sarcitrella y Hofmannophila pseudospretella se pueden encontrar en nidos de pájaros y conductos de chimenea bloqueados, las larvas se alimentan de textiles húmedos y desechos orgánicos. Mientras que a la polilla  Plodia interpunctella la podemos encontrar en la cocina, donde sus larvas se comen alimentos secos, como cereales, frutos secos y nueces.

Consejos para prevenir las polillas

De acuerdo a los expertos ingleses, para prevenir infestaciones en las casas nos ayudará saber dos cosas: que las polillas odian ser molestadas y que se sienten atraidas por los restos de materia orgánica o suciedad. 

Asi que aqui van los consejos:

• Revisar bien la ropa y asegurarse siempre de que la ropa está limpia cuando la guardamos en armarios, cómodas o cajas. Los tejidos manchados con comida, sudor u orina son especialmente atrayentes. Las podremos encontrar en áreas oscuras y tranquilas que les proporcionan refugio, donde encuentren una fuente de alimento.
• Los artículos que no se utilizan con frecuencia es preferible guardarlos en cajas con tapas herméticas selladas, o en bolsas en las que se puede extraer el aire.
• Al menos una vez al mes, se recomienda sacar y agitar los artículos que cuelgan dentro del guardarropa, o la ropa almacenada en cajones.
• Aspirar regularmente alrededor de la parte inferior de los armarios y los estantes, prestando atención a las esquinas. Usar una boquilla de aspiración adecuada para limpiar los bordes ayuda a prevenir la acumulación de suciedad, que puede proporcionar una fuente de alimento para que prosperen las plagas de insectos.
• Desechar o reciclar cualquier artículo de lana, algodón, piel o plumas que no se use o no se quiera conservar.
• Las polillas pueden vivir en los materiales de tapiceria, especialmente si contienen lana o crin. Se recomienda revisar con regularidad debajo de los asientos, en las grietas y puntos escondidos en el mueble, para ver si hay signos de los hilos o sacos de seda que producen.
• Las infestaciones también pueden darse en el relleno de plumas de almohadas, cojines o edredones y las larvas pueden hacer agujeros en el material de cobertura de algodón a medida que emergen.
• A las polillas les encantan las alfombras de lana, pero como buscan lugares donde no sean molestadas el uso regular de una aspiradora hará más que cualquier otra cosa para prevenir la proliferación de estos insectos.
• Por último, y muy importante, después de limpiar las habitaciones, etc., siempre sacar la aspiradora al aire libre y vaciar el contenido en una bolsa de plástico, sellarla y desecharla en un contenedor exterior. Si guardamos una aspiradora sucia en un armario, podemos correr el riesgo de propagar larvas a otras áreas de la casa.

Estos consejos también se aplican a otras plagas de insectos, como los escarabajos de las alfombras y sus larvas, que también pueden ser muy destructivas y dañar materiales u objetos en los hogares.

Fuente: www.english-heritage.org.uk/