Recomendaciones para gestionar la resistencia a los insecticidas en las chinches de la cama

Recomendaciones para gestionar la resistencia a los insecticidas en las chinches de la cama

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Las chinches de la cama (Cimex lectularius) han desarrollado diversos mecanismos para eludir los efectos letales que los insecticidas tienen sobre ellas. Este fenómeno tiene un impacto negativo en la efectividad de algunos insecticidas de uso común en la industria del control de plagas. ¿Cuáles son estos mecanismos de resistencia? ¿Cómo gestionarlos? 

 

Los insecticidas químicos están perdiendo progresivamente su capacidad de eliminar las chinches de la cama (Cimex lectularius), para desesperación del sector turístico, de los propietarios de edificios afectados y de los profesionales del control de plagas.

Un artículo publicado en la revista Pest Control News expone qué mecanismos están desarrollando las chinches de la cama para resistir a los insecticidas y comparte algunas recomendaciones prácticas de control. Vamos a ver algunos aspectos:

La resistencia a los insecticidas piretroides

La resistencia a los piretroides en las chinches de la cama se produce por mutaciones que afectan al canal del sodio (Na+) en los axones de las neuronas de los insectos. Lo que esto significa, básicamente, es que los piretroides, que actúan interfiriendo en el sistema nervioso del insecto, no son capaces de unirse adecuadamente al punto objetivo de las neuronas de la chinche, lo que resulta en el fallo del característico "efecto derribo" o "knock-down" del insecto y en la ineficacia del tratamiento. Se piensa que este tipo de resistencia está presente en las chinches modernas, en parte,  debido una "reminiscencia genética" relacionada con la resistencia cruzada entre los piretroides y el DDT, que actúa sobre el insecto de manera similar a los piretroides.

Existen evidencias científicas sobre la resistencia de las chinches a los piretroides a nivel mundial; desde el Reino Unido, Alemania o Dinamarca, hasta EEUU y Australia, donde se conocen altos niveles de resistencia a la deltametrina y a la permetrina. Esto no quiere decir que estos insecticidas no tengan cabida en los programas de control de plagas, pero implica que el conocimiento de los tipos de resistencia locales es fundamental para seleccionar las estrategias de tratamiento.

Resistencia metabólica

El Insecticide Resistance Action Group (IRAC) define la resistencia metabólica como el mecanismo por el que los insectos son capaces de desintoxicarse, destruyendo o eliminando de su cuerpo las moléculas tóxicas del insecticida más rápido que aquellos que son susceptibles. La resistencia metabólica es el mecanismo más común y a menudo el más complejo de tratar, en el que los insectos usan sus sistemas de enzimas internas para descomponer al insecticida.

Las cepas de chinches resistentes pueden poseer niveles más altos o formas más eficientes de estas enzimas, que, además, pueden tener también un amplio espectro de actividad, es decir, pueden degradar muchos insecticidas diferentes.

Este tipo de resistencia puede contrarrestarse, en parte, mediante el uso de productos que contienen sustancias sinergistas, como el butóxido de piperonilo (PBO).

Resistencia a la penetración

El IRAC define la resistencia a la penetración como la capacidad de los insectos resistentes de absorver las toxinas del insecticida de forma más lenta que los insectos susceptibles.

Este tipo de resistencia ocurre cuando la cutícula externa del insecto desarrolla barreras o se engrosa, pudiendo retardar la absorción de los químicos en su cuerpo y protegiéndolos de una amplia gama de insecticidas. La resistencia a la penetración frecuentemente está presente junto a otras formas de resistencia, y la penetración reducida intensifica los efectos de los otros mecanismos de resistencia.

Evitación conductual

En este caso, los insectos resistentes pueden detectar o reconocer un peligro y evitar la toxina. Este mecanismo de resistencia ha sido notificado para varias clases de insecticidas, incluyendo organoclorados, organofosfatos, carbamatos y piretroides. Ante la presencia de ciertos insecticidas, las chinches dejaran de alimentarse o abandonaran el área donde se ha producido la fumigación.

Recomendaciones para la gestión de la resistencia en chinches

  • La clave principal a tener en cuenta para gestionar la resistencia es rotar los grupos de insecticidas utilizados y aplicar medidas no químicas,  todo dentro de una estrategia de Control Integrado de Plagas.
  • Utilizar un insecticida a base de carbamato, preferiblemente para el tratamiento inicial.
  • Utilizar un regulador del crecimiento de los insectos, por ejemplo el piriproxifeno, para ayudar a controlar la resistencia.
  • Utilizar insecticidas con un agente sinergista, por ejemplo el butóxido de piperonilo (PBO), puede también ser útil.
  • Si se utilizan insecticidas basados en piretroides, escoger los piretroides más potentes.
  • Siempre que sea posible rociar las chinches directamente (tópicamente) con el insecticida, en lugar de confiar en que crucen una barrera de insecticida residual seco.
  • Se requiere una aplicación minuciosa y exhaustiva de los insecticidas para ayudar a contrarrestar la evitación conductual.
  • Integrar medidas físicas de control, por ejemplo la aplicación de tierra de diatomeas y, especialmente, los tratamientos con vapor.

 

 

Fuente: https://pestcontrolnews.com/

 

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