El agua, uno de los retos medioambientales de la industria agroalimentaria

El agua, uno de los retos medioambientales de la industria agroalimentaria

aguaEl agua, como ingrediente y como elemento indispensable en muchas etapas del procesado de alimentos y de las operaciones de limpieza y desinfección, es un recurso clave para la industria alimentaria, que establece su gestión como uno de sus cinco grandes retos en materia medioambiental. La Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB) nos habla de ello.

 

 

Según datos de la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB), la industria de alimentación y bebidas representa aproximadamente el 1,8 % del consumo de agua total en Europa.

Forma parte como componente en algunos alimentos, es indispensable para procesos como la cocción, el lavado o la evaporación, y es el elemento principal que permite mantener los estándares de limpieza y desinfección indispensables para la producción de alimentos seguros.

Teniendo en cuenta que, probablemente, el agua es el principal factor limitante para la producción de alimentos a nivel mundial, la industria alimentaria entiende que su correcta gestión es uno de sus grandes retos en materia medioambiental.

Desarrollo sostenible en la industria agroalimentaria

Las políticas y objetivos para el desarrollo sostenible en Europa se han ido haciendo cada vez más ambiciosas, hasta llegar a la actual Estrategia Europa 2020, que apuesta por una economía baja en carbono y basada en el consumo eficiente de recursos.

Esta hoja de ruta europea establece para la cadena de valor de los alimentos y bebidas la reducción de un 20% en la aportación de recursos a la cadena alimentaria.

Según el informe “Alimentamos un futuro sostenible. Retos medioambientales de la industria alimentaria a 2020” publicado por la FIAB, las acciones de la Industria de la Alimentación y Bebidas en España para mejorar el consumo responsable del agua han conseguido ya avances en los últimos años: una reducción del consumo anual de agua en un 33% de 2006 a 2010 y la reducción del consumo específico de agua (consumo de agua por unidad de producto elaborado) en todos los sectores alimentarios, por ejemplo, en el sector de bebidas refrescantes fue del 8% entre 2010 y 2012.

También se ha conseguido una reducción de vertidos gracias a la mejora de los equipos de depuración de aguas, con un aumento de plantas industriales que invirtieron en estos equipos de un 6,1 % en 2004, a 8,38 % en 2008. Este hecho muestra el esfuerzo para mejorar la calidad de los vertidos de aguas residuales y, cuando es posible, aumentar las posibilidades de reutilización del agua, de acuerdo con los requisitos de higiene establecidos.

Asimismo se detecta un aumento del compromiso sectorial para la reducción del consumo de agua y la promoción de buenas prácticas en todos los eslabones de la cadena alimentaria, siendo pioneros en la utilización de herramientas basadas en el Análisis del Ciclo de Vida, como la “huella hídrica” para identificar los puntos críticos de consumo a lo largo de la cadena de producto

Las claves para afrontar la gestión sostenible del agua en la industria agroalimentaria

agua industria agroalimentaria

El informe de la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas recoje cinco claves para afrontar el reto de una correcta gestión del agua dentro del sector:

  • Mejorar la eficiencia en el uso del agua. Reducir el consumo de agua por unidad de producto elaborado a través de buenas prácticas de gestión y tecnologías más eficientes en los procesos productivos.
  • Sensibilizar y colaborar con los agricultores y ganaderos en el uso eficiente del agua en la producción de materias primas, garantizando un abastecimiento sostenible.
  • Implantar alternativas seguras de reutilización de agua. Reutilizar aguas de proceso en la propia instalación, bien en circuito cerrado (closed loop), o entre distintos puntos de la planta. Regenerar aguas depuradas de final del línea para su reutilización segura en agricultura y otros usos permitidos en el Real Decreto 1620/2007.
  • Emplear herramientas basadas en el Análisis del Ciclo de Vida para evaluar el uso del agua asociado a la producción de alimentos a lo largo de la cadena (huella hídrica) e identificar los puntos críticos de consumo, promoviendo la colaboración con el resto de agentes.
  • Potenciar acuerdos sectoriales para un uso eficiente del agua.
  • Desarrollar nuevas tecnologías de tratamiento del agua potable, y depuración y reutilización de aguas residuales más eficientes y con un reducido consumo energético.

 

Fuente: Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas

 

 

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