Las micotoxinas presentes en cereales y granos destinados a producir piensos para animales son, dada su toxicidad, un riesgo para la seguridad alimentaria. Factores como el cambio climático contribuyen a crear variaciones en la aparición de las micotoxinas a nivel global, por lo que se considera importante monitorizar su presencia para adoptar medidas de mitigación del riesgo. En base a los datos de 2018, las fumonisinas se consideran las micotoxinas con mayor prevalencia en Europa para el 2019.
Las fumonisinas(FUM) siguen siendo, como en años anteriores, muy abundantes a nivel mundial y presentan concentraciones altas en cereales y granos, manteniéndose en 2018 como las micotoxinas más prevalentes entre las más importantes desde el punto de vista agrícola, que también incluyen aflatoxinas (Afla), zearalenona (ZEN), desoxinivalenol (DON), T-2 y ocratoxina A (OTA).
Las fumonisinas, producidas por hongos Fusarium proliferatum y F. verticilloides, contaminan predominantemente el maíz y sus derivados, alcanzando hasta el 68% de las muestras analizadas en 2018 en el estudio Biomin Mycotoxin Survey, el más completo que se realiza sobre la presencia de micotoxinas en componentes que se utilizan para piensos, a nivel mundial.
Estos dos hongos son también son responsables de producir la segunda micotoxina más común, el deoxinivalenol (DON), también conocida como vomitoxina.
El estudio está realizado con datos recogidos entre enero y diciembre de 2018, con casi 18.500 muestras y más de 81.900 análisis, de 79 países.
El 67% de las muestras contuvieron, al menos, una micotoxina en concentraciones suficientes como para representar un riesgo para la salud de los animales. Dados los altos niveles de contaminación, se aconseja realizar pruebas periódicas en los ingredientes para piensos, y adoptar un programa de gestión de riesgos de micotoxinas.
De 2017 a 2018, el riesgo en el sur y sureste de Asia aumentó de severo a extremo. Este riesgo se basa principalmente en la aparición de Aflafoxinas y Fumonisinas. En América del Norte, el desoxinivalenol es la micotoxina más prevalente y plantea un grave riesgo para la producción porcina y avícola.
En Europa, el desoxinivalenol es también es la micotoxina más abundante, seguida de las fumonisinas. Ambas afectan a la producción avícola y porcina principalmente.
Los resultados del 2018 muestran que la contaminación múltiple se produce con frecuencia. El 70% de todas muestras, analizadas para al menos dos micotoxinas, contenian más de una micotoxina.
En cerca de 700 de las muestras analizadas con el método Spectrum 380, se hallaron, de media, 34 micotoxinas y metabolitos por muestra, y el 98% contenian 10 o más micotoxinas y metabolitos.
Por otra parte, 9,7 de cada 10 muestras estuvieron contaminadas por toxinas producidas por Fusarium. Los resultados mostraron también una alta prevalencia de micotoxinas emergentes. Con frecuencia se encontraron, entre otras, Aurofusarina, Moniliformina y Enniatina.
Fuente: Biomin
