Se estima que las infecciones causadas por bacterias resistentes a los antibióticos causan alrededor de 25.000 muertes en la UE cada año. El último informe publicado por EFSA/ECDC sobre este tema muestra diferencias en la incidencia de este problema según las regiones geográficas e incluye un interesante gráfico interactivo que permite el grado de resistencia a diversos antibióticos de Salmonella y E.coli en humanos, animales y alimentos, país por país.
Resistencia bacteriana en Europa
La resistencia bacteriana a los tratamientos con antibióticos sigue siendo un serio problema para la salud pública y animal en Europa.
Es la conclusión del último informe de la Autoridad Europea para la Seguridad Alimentaria (EFSA), en el que se analizaron datos sobre resistencia en las bacterias zoonóticas Salmonella y Campylobacter, asi como en bacterias utilizadas como indicadores Escherichia coli y Staphylococcus aureus resistente a meticilina, en humanos, animales y alimentos.
El informe muestra que, en general, la resistencia a múltiples antibióticos en la Salmonella es alta en toda Europa, sin embargo los antimicrobianos de importancia crítica utilizados para tratar casos graves de salmonelosis en seres humanos, la segunda enfermedad transmitida por los alimentos más comúnmente notificada en la UE, sigue siendo baja.
De especial relevancia para la salud pública es la detección, por primera vez, de resistencia a los antibióticos carbapenemas, que son utilizados usualmente como la última opción de tratamiento para pacientes infectados con bacterias resistentes a otros antibióticos disponibles. Se observaron niveles muy bajos de resistencia en bacterias E. coli encontradas en cerdos y carne de cerdos.
También se detectó E.coli productora de beta-lactamasa de espectro extendido (ESBL) en carne bovina, carne de cerdo, cerdos y terneros. Las bacterias que producen enzimas ESBL muestran multi-resistencia a los antibióticos β-lactámicos, que incluyen derivados de la penicilina y cefalosporinas. La prevalencia de E.coli productora de ESBL varia de un país a otro, de bajo a muy alto.
Se halló también resistencia a la colistina en niveles muy bajos en Salmonella y E. coli en cerdos y ganado bovino. La colistina se usa habitualmente en algunos países para el control de infecciones en animales, especialmente en cerdos, pero en algunas circunstancias puede ser utilizada como un antibiótico de último recurso en seres humanos.
Y, finalmente, se detectó que más del 10% de las bacterias Campylobacter coli testadas en seres humanos mostraron resistencia a dos antimicrobianos de importancia crítica, las fluoroquinolonas y los macrólidos, que se utilizan para tratar casos graves de campilobacteriosis en seres humanos, la enfermedad transmitida por los alimentos más notificada enla UE.
El informe también pone de manifiesto que los niveles de resistencia a los antibióticos en Europa siguen variando en función de la región geográfica. Los países del norte y oeste de Europa tienen ganeralmente niveles más bajos de resistencia que los países del sur y el este. Estas diferencias están muy probablemente relacionadas con el uso de antimicrobianos en toda la UE. Por ejemplo, los países en los que se han tomado medidas para reducir, reemplazar y repensar el uso de antibióticos en animales muestran niveles más bajos de resistencia y tendencias decrecientes.
Este año, la publicación del informe viene acompañada de una herramienta de visualización de datos, que muestra los niveles de resistencia por país de Salmonella y E.coli presentes en humanos, cerdos, terneros, carne de vacuno y carne de cerdo.
