Un nuevo informe publicado por ECDC/EFSA confirma que los antimicrobianos utilizados para tratar enfermedades transmisibles entre animales y humanos, como la campilobacteriosis y la salmonelosis, son cada vez menos efectivos. La CE apunta a la necesidad de actuar de forma conjunta, y bajo un enfoque de "One Health", para controlarr este grave problema de salud pública en la UE.
El comisionado de Salud y Seguridad Alimentaria de la UE, Vytenis Andriukaitis, ha mostrado preocupación ante la posibilidad de que, cada vez más, las infecciones comunes se vuelvan dificiles o incluso imposibles de tratar, debido a la resistencia de los patógenos frente a los agentes antimicrobianos.
El informe conjunto del Centro Europeo para Control y Prevención de Enfermedades (ECDC) y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) sobre la resistencia a los antimicrobianos (RAM), que presenta los datos recopilados de 28 Estados Miembros de la UE en 2017, obtenidos de muestras de humanos, cerdos y terneros menores de un año, confirma el aumento de la resistencia, ya identificada en años anteriores.
Muchos microbios resistentes a los fármacos afectan tanto a animales como a humanos y pueden ser transmitidos entre ellos, por ejemplo en zoonosis como la salmonelosis o la campilobacteriosis, mediante el contacto directo o mediante los alimentos contaminados. De modo que, para contenerlos eficazmente, se precisa adoptar un enfoque "One Healht" coordinado en los ámbitos humano y animal.
La OMs define "One Health" como un enfoque concebido para diseñar y aplicar programas, políticas, leyes e investigaciones en el que múltiples sectores se comunican y colaboran, con el objetivo de lograr mejores resultados de salud pública.
Resistencia en Salmonella
Durante 2017, la RAM en aislamientos de Salmonella de casos humanos en 24 Estados Miembros fue alta a los antibióticos ampicilina, sulfametoxazol y tetraciclina. Estos y otros agentes de la misma clase se usan comúnmente para tratar infecciones en animales y humanos (aunque generalmente no para tratar infecciones por Salmonella en humanos).
La mayoría de los países informaron que la Salmonela en casos humanos es cada vez más resistente a las fluoroquinolonas, mientras que la resistencia a múltiples fármacos (resistencia a tres o más antimicrobianos) es alta en Salmonella tanto en humanos como en animales, particularmente en S. Typhimurium. No obstante, pocos aislamientos fueron clínicamente resistentes a los dos antimicrobianos considerados como de máxima prioridad y de importancia crítica para el tratamiento humano.
La resistencia a la ciprofloxacina, un antibiótico de máxima prioridad para el tratamiento de la salmonelosis en adultos, se ha estabilizado un poco a nivel de la UE después de algunos años de resistencia creciente. El segundo fármaco de mayor prioridad para la salmonelosis, la cefotaxima (una cefalosporina de tercera generación), utilizada para tratar infecciones en niños, se mostró relativamente baja en los aislamientos de Salmonella en humanos.
En el caso de los animales destinados al consumo, en antimicrobianos como la ampicilina, el sulfametoxazol y la tetraciclina, que se han utilizado ampliamente durante muchos años en medicina veterinaria para tratar infecciones, se notificaron niveles moderados a altos de resistencia en 2017.
Considerando los serovares individuales, S. Typhimurium generalmente mostró la mayor resistencia a estos compuestos en todos los orígenes animales.
Asimismo, se detectaron aislamientos de Salmonella resistentes a la colistina, considerada como último recurso para el tratamiento de infecciones humanas graves, en varios Estados miembros provenientes de canales de cerdos y terneros, cerdos y ganado.
Sin embargo, la resistencia combinada a los antimicrobianos de importancia crítica fue de muy baja a baja, tanto en Salmonella como en Campylobacter, en humanos y animales.
Resistencia en Campylobacter
En Campylobacter, se detectaron proporciones entre altas y extremadamente altas de bacterias resistentes a la ciprofloxacina y las tetraciclinas. Para la ciprofloxacina, que es uno de los dos antimicrobianos considerados de importancia crítica para el tratamiento de las infecciones por Campylobacter en humanos, se informaron niveles de resistencia muy altos (> 50%) a extremadamente altos (> 70%) en C. jejuni en todos los Estados miembros, excepto Dinamarca, Irlanda, Islandia y Noruega.
Por otra parte, el nivel de resistencia adquirida a las fluoroquinolonas fue tan alto en algunos Estados Miembro que este agente antimicrobiano ya no puede considerarse adecuado para el tratamiento de rutina de las infecciones por Campylobacter en humanos o para el tratamiento de los casos severos de campylobacteriosis.
Otro antimicrobiano considerado de importancia crítica para el tratamiento de la campilobacteriosis en humanos es la eritromicina. La proporción de aislamientos de C. jejuni en humanos resistentes a eritromicina fue en general baja (2.0%) pero marcadamente más alta en C. coli (12.8%) .
El aumento de la resistencia requiere un enfoque "One Health"
Marta Hugas, científica principal de la EFSA, afirma que en los casos en que los Estados Miembros han implementado políticas estrictas, que limitan el uso de antimicrobianos, la resistencia a éstos ha disminuido en los animales de producción. Este planteamiento debería, según Hugas, servir de inspiración para otros países.
En junio de 2017, la Comisión Europea adoptó el Plan de acción One Health de la UE contra la resistencia a los antimicrobianos, haciendo un llamamiento a una acción conjunta y eficaz en todos los países y en todos los sectores contra esta amenaza, y reconociendo que debe abordarse tanto desde la salud humana como la salud animal y el medio ambiente.
El uso prudente de los antimicrobianos es esencial para limitar la aparición y propagación de bacterias resistentes en humanos y animales.
Fuente: The European Union summary report on antimicrobial resistance in zoonotic and indicator bacteria from humans, animals and food in 2017, ECDC/EFSA