Los insectocaptores de luz UV son ampliamente utilizados en todo tipo de establecimientos para controlar la presencia de insectos voladores. Dado que la normativa europea obliga a reemplazar progresivamente el uso de mercurio en aparatos eléctricos, las lámparas fluorescentes que se utilizan en insectocaptores de luz UV deberán ser sustituidas por otras alternativas, ya que contienen mercurio.
Insectocaptores UV para el control de insectos voladores
La luz es un estímulo que modula el comportamiento de los organismos. En el caso de los insectos, muchos de ellos tienen fototaxia positiva, lo que significa que son atraídos y realizan movimientos orientados en respuesta a la intensidad de la luz. Una característica que ha aprovechado la industria del control de plagas para desarrollar trampas de luz dirigidas al control de insectos voladores.
Moscas, polillas y otros insectos voladores se sienten atraidos por la luz ultravioleta que emiten las lámparas de estos dispositivos que acaban con ellos, ya sea mediante una rejilla en la que mueren electrocutados o unas láminas adherentes en la que mueren pegados.
Los insectocaptores UV han funcionado hasta el momento principalmente con lámparas fluorescentes para producir la luz ultravioleta pero esta situación está en proceso de cambio en la UE ya que contienen mercurio, una de las diez sustancias peligrosas restringidas por la Directiva 2011/65/ UE sobre restricciones a la utilización de determinadas sustancias peligrosas en aparatos eléctricos y electrónicos y sus modificaciones.
Alternativas a las lámparas fluorescentes
A partir del 24 de agosto de 2023 en la UE no estará permitido fabricar o importar lámparas fluorescentes para usos generales de alumbrado. En el caso de las lámparas fluorescentes para usos especiales y las lámparas fluorescentes que emiten luz principalmente en el espectro ultravioleta sigue vigente una exención temporal a las restricciones de la Directiva 2011/65/UE y sus modificaciones.
En el caso de las lámparas fluorescentes UV esta exención dura, en principio, hasta febrero de 2027 y su objetivo es, principalmente, dar tiempo a los fabricantes a desarrollar alternativas efectivas a este tipo de luminarias. Decimos en principio porque la Directiva 2011/65/UE va siendo revisada y modificada.
Dado que la industria ha desarrollado insectocaptores con lámparas LED, que llevan algunos años en el mercado y presentan diversas ventajas frente a las lámparas fluorescentes, es muy posible que éstas sean rápidamente reemplazadas por las lámparas LED.
Este cambio está alineado también con el compromiso de la UE con la sostenibilidad y el desarrollo de soluciones de iluminación más eficientes y respetuosas con la salud de las personas y el medio ambiente.
La tecnología LED ha evolucionado hasta convertirse en una alternativa viable para producir luces ultravioletas efectivas para insectocaptores sin utilizar mercurio, que además tienen un rendimiento superior en varios aspectos. Por ejemplo, las lámparas LED consumen el 50% de electricidad que las fluorescentes y tienen una mayor eficiencia ya que convirtierten aproximadamente el 95 % de la energía en luz y, por lo tanto, emiten menos calor y más luz.
Además los tubos LED tienen menos elementos estructurales, menos complicaciones técnicas, son más seguros porque son más resistentes a los golpes e incluso existen algunos tubos que son inastillables. Otra ventaja es que las luces LED no están consideradas como residuos peligrosos, lo que facilita su eliminación, y pueden reciclarse para recuperar el vidrio, los metales de los circuitos electrónicos y la carcasa Por último, los LEDS modernos tienen una vida útil de 2 a 3 veces mayor que la de los tubos fluorescentes.
Fuentes: interempresas, procontrol