Según expertos reunidos en Valladolid, aproximadamente el 20% de las infecciones de legionella en el ámbito hospitalario tienen un desenlace fatal, siendo las instalaciones con mayor riesgo de infección los sistemas de agua caliente sanitaria y agua fría de consumo humano (para ingesta, duchas y lavado de materia) y los equipos de enfriamiento evaporativos.
Anualmente se declaran al INE alrededor de 1.250 infecciones por legionelosis, de ellas el 25% se producen en el ámbito hospitalario.
La "Jornada sobre filtración de agua, dirigida a Ingenieros hospitalarios de Castilla y León" realizada en Valladolid, organizada por el Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid y la empresa Pall, tuvo por objetivo analizar los riesgos de contagio de legionelosis en los hospitales de Castilla y León.
La legionella es una bacteria presente en el agua, que sólo supone un riesgo para individuos sanos cuando incrementa su número en exceso. Sin embargo, las personas de edad muy avanzada, los neonatos o las personas con el sistema inmune deprimido son susceptibles de infección y es conveniente la aplicación de medidas de protección complementarias en hospitales, residencias de la tercera edad, etc.
Legionella pneumophila, J.H.Carr-CDC |
Según los expertos reunidos en Valladolid, las instalaciones con mayor riesgo de contaminación en los hospitales son los sistemas de agua caliente sanitaria y agua fría de consumo humano, asi como los equipos de enfriamiento evaporativos.
Ante la detección de casos de infección por Legionella, se debería centrar la atención en las redes de agua sanitaria caliente y fría complementando con medidas de desinfección locales (filtros para Legionella), las medidas generales de tratamiento para el control y la prevención de esta bacteria (hipercloración, hipercalentamiento, etc.).
La filtración es una solución segura, eficaz e inmediata frente a brotes y situaciones puntuales de Legionella en áreas clínicas de riesgo, hasta que la aplicación de las medidas sistémicas de desinfección permita recuperar la normalidad de la instalación. El empleo de filtros bacterianos en punto final (grifo o ducha) y en determinadas zonas estratégicas del hospital con los pacientes más vulnerables, podría evitar gran parte de las infecciones por Legionella.
Para El Dr. Miguel Ángel Orbaneja, Dr. en Ingeniería Civil y Licenciado en Ciencias Ambientales y uno de los ponentes de la jornada, "en materia de filtración, la eficiencia de las medidas pasa por un correcto dimensionamiento y elección del filtrante, de manera que el proceso de filtración suponga una mejora en la calidad del agua. En cuanto al empleo de filtración bacteriana para la protección del paciente de alto riesgo, existen numerosas evidencias clínicas, recomendaciones internacionales e incluso legislación que respaldan la adopción de este tipo de medida de forma permanente tanto en grifo como en ducha".
La normativa española establece una serie de condiciones para la prevención y control de la Legionelosis en las instalaciones interiores de agua de consumo humano para evitar el desarrollo del biofilm y la proliferación de la Legionella.
Existen métodos de desinfección de las aguas para evitar el contagio de Legionella (cloración ó ionización), métodos de choque (térmico y cloro), métodos locales (luz ultravioleta y filtros bacterianos) eficaces para obtener un agua libre de microorganismos en los puntos terminales del suministro de agua, asi como como sistemas de filtración mecánicos.
Según los expertos, implantar estas medidas es costoso por lo que se hace necesario identificar correctamente aquellas áreas especialmente "sensibles" y adoptar medidas costo-efectivas para eliminar la bacteria o mantener el riesgo de infección lo más bajo posible.
Fuente: ANIS