Por Ramón J. Madroñal
El viernes 15 de diciembre de 2006 se celebró en Toledo una Jornada Técnica sobre las nuevas guías técnicas para la prevención y control de la legionelosis en las instalaciones de riesgo objeto del ámbito de aplicación del Real Decreto 865/2003, elaboradas por el Ministerio de Sanidad y Consumo y diversos grupos de trabajo constituidos por expertos acreditados en ésta materia, así como aportaciones de las CCAA.
Estas guías, elaboradas al amparo de la disposición adicional segunda Facultad de adecuación normativa, incluyen protocolos para los tratamientos de choque que no aparecen en los anexos del Real Decreto, fundamentalmente para instalaciones como fuentes ornamentales, humectadores, riego por aspersión en el medio urbano o incluso instalaciones incluidas en el aparatado 2.2.2 y definidas como otros aparatos que acumulen agua y puedan producir aerosoles como son las instalaciones de lavado de vehículos y que también pueden ser instalaciones que den lugar a la proliferación y diseminación de legionella.
Estas guías, que no serán de obligado cumplimiento y cuya entrada en vigor se presupone para principios del año 2007, constituyen una herramienta útil y eficaz para que los titulares de las instalaciones y empresas de tratamiento actúen sobre los factores de riesgo inherentes a su instalación, materiales, ubicación, mantenimiento de los equipos, etc. Para ello se incluyen lo que se ha denominado Evaluaciones de Riesgo de una instalación, y sobre las que más adelante desarrollaremos un supuesto práctico.
Estas guías también son de utilidad para facilitar el trabajo de los inspectores sanitarios de las autoridades competentes, en su compleja labor de auditores objetivos de las instalaciones.
Las guías se dividen en 15 puntos diferentes, tras una introducción explicativa del porqué de las guías, se comienza por describir la ecología y biología de Legionella en el capítulo 1, detallando en los capítulos posteriores, del 2 al 13, una por una las instalaciones objeto del ámbito de aplicación del Real Decreto 865/2003, agua fría de consumo humano, sistemas de agua caliente sanitaria, torres de refrigeración y condensadores evaporativos, centrales humidificadoras industriales, sistemas de agua climatizada con agitación constante y recirculación a través de chorros de alta velocidad o inyección de aire, equipos de enfriamiento evaporativo, humectadores, fuentes ornamentales, riego por aspersión en el medio urbano, sistemas de agua contraincendios, instalaciones de lavado de vehículos y otras instalaciones que acumulen agua y puedan producir aerosoles. Por último se incluye un apartado de blibliografía, con numerosas referencias de interesante consulta.
La estructura de todos los capítulos es similar, pero vamos a particularizar en el caso de las torres de refrigeración, que son el paradigma de instalación asociada a los casos de legionelosis.
Después de una descripción de los tipos de torres de refrigeración y su funcionamiento, así como de sus partes fundamentales, se habla de las ventajas e inconvenientes de los materiales de los que puede estar compuesto un circuito de refrigeración, y que como sabemos son un punto clave a la hora del mantenimiento de la calidad del agua de refrigeración, por el aporte de materiales de corrosión a la misma.
Se hace de nuevo mención a la calidad de los separadores de gota, resaltando la necesidad de que éstos equipos cuenten con eliminadores de gota de alta eficacia que minimicen la salida de aerosoles y por tanto la posibilidad de que estos afecten a los individuos del entorno.
La calidad del agua recibe una consideración especial, como sistema en el que se pueden dar las condiciones higiénico - sanitarias ideales para la multiplicación de Legionella, por ello se habla del control, que debemos tener en nuestras instalaciones de la corrosión, algas, sólidos en suspensión y de la biocapa.
Se especifican los procedimientos de toma de muestras para los diferentes parámetros a estudiar, pH, Temperatura, hierro total, conductividad, turbidez, recuento total de aerobios y Legionella, así como los procedimientos para tratamientos de choque periódicos y extraordinarios consecuencia de resultados analíticos por legionella.
Debemos hacer mención especial a la etapa de toma de muestras dentro del Método Analítico, para asegurar la representatividad de la muestra, tanto en la toma propiamente dicha, como en el transporte de las mismas al laboratorio.
Ejemplo de evaluación del riesgo asociado a una instalación
El riesgo asociado a cada instalación concreta es variable y depende de múltiples factores específicos relacionados con la ubicación, tipo de uso, estado, etc. Esta evaluación del riesgo se realizará como mínimo una vez al año, cuando se ponga en marcha una instalación por primera vez, tras una reparación o modificación estructural, cuando una revisión así lo aconseje y cuando así lo determine la autoridad sanitaria.
Esta evaluación del riesgo se realizará por personal debidamente cualificado y con experiencia, e incluso se da prioridad a personal con titulación universitaria para realizar este tipo de evaluaciones.
Se adjuntan las tablas que permiten determinar los factores de riesgo asociados a cada instalación, y estos se dividen en tres, factores estructurales asociados a las características propias de la instalación, factores de mantenimiento, asociados al tratamiento y al mantenimiento que se realiza en la instalación y factores de operación, asociados al funcionamiento de la instalación.
En cada tabla se indican criterios para establecer un factor de riesgo ALTO, MEDIO o ALTO, así como acciones correctoras a considerar.
La valoración global de todos los factores se denomina Índice Global, y con este valor, bien se continuará con el mantenimiento habitual, bien habrá que introducir en la instalación medidas correctoras más o menos estrictas, como pueden ser desde un cambio en el material de tuberías o mejorar la calidad del aporte de agua, hasta la parada de la instalación hasta conseguir rebajar el índice.
El Índice Global se calcula con la siguiente expresión:
ÍNDICE GLOBAL = 0,30 x I.E + 0,60 x I.M + 0,1x I.O
Como puede observarse el índice que tiene mayor peso específico es el índice de mantenimiento (supone el 60% del índice global) luego es lógico pensar que debe ser este índice sobre el que centremos nuestros esfuerzos para reducir el índice global.
Veamos a continuación un supuesto práctico.
Caso práctico: Álvaro es Técnico en Prevención de Legionella en una empresa inscrita en el Registro Oficial de Establecimientos y Servicios Plaguicidas de la Comunidad Autónoma de Castilla León. Su empresa acaba de conseguir un contrato de mantenimiento para la prevención de la legionelosis. Su cliente es una multinacional del sector energético y está dispuesto a gastarse todo el dinero que haga falta para que no se produzcan problemas con la Inspección de Sanidad y salvaguardar el nombre de la empresa ante la opinión pública
Álvaro llevará el mantenimiento de una torre de refrigeración situada en un edificio de oficinas en el centro de León.
Se debe calcular la evaluación de riesgo global de la instalación, así como las medidas correctoras oportunas para minimizarlo.
Comenzaremos por realizar la evaluación del riesgo estructural, para ello nos fijaremos en la tabla 8 de la guía para la evaluación del riesgo para torres de refrigeración.
A continuación pasaremos a evaluar los riesgos de mantenimiento, que como comentamos anteriormente son que mayor peso tienen en el índice global:
Por último, y antes de calcular el Índice Global, calcularemos el índice operacional, que es sobre el que menos podemos actuar.
Por tanto el índice global es:
ÍNDICE GLOBAL = 0,30 x I.E + 0,60 x I.M + 0,1xI.O = 0,30x58 + 0,60x39 + 0,1x40 = 44,8
En función del Índice Global valoraremos las acciones a realizar:
- Si Índice Global < 60: Se debe cumplir con los requisitos del Real Decreto 865/2003, así como los especificados en el apartado 4.3. Fase de vida útil: Mantenimiento de la instalación.
Este es el índice de riesgo global que tiene actualmente la instalación de nuestro ejemplo, si decidiéramos actuar sobre el índice de mantenimiento como índice con mayor peso específico dentro del índice global, obtendríamos lo siguiente:
INDICE DE MANTENIMIENTO TRAS REALIZAR ACCIONES CORRECTORAS
De esta manera se ha conseguido reducir el índice de mantenimiento de 39 a 11, lo que supone una reducción en el índice global hasta 28 puntos
ÍNDICE GLOBAL = 0,30 x I.E + 0,60 x I.M + 0,1 x I.O = 0,30 x 58 + 0,60 x 11 + 0,1 x 40 = 28
- Si el Índice Global se encuentra entre 60 y 80 se llevarán a cao las acciones correctoras necesarias para disminuir el índice. Aumentar la frecuencia de revisión de la instalación: Revisión trimestral.
En nuestro ejemplo, algunas de estas acciones correctoras podrían ser, centradas en disminuir el índice de mantenimiento, como puede ser solucionar el problema de los resultados analíticos del agua realizando una sustitución de las tuberías de acero inoxidable y un pasivado del circuito de refrigeración.
- Si el Índice Global supera 80, se tomarán medidas correctoras de forma inmediata que incluirán, en caso de ser necesario, la parada de la instalación hasta conseguir rebajar el índice.
Evaluación del riesgo estructural de la instalación
Evaluación del riesgo de mantenimiento de la instalación
Evaluación del riesgo operacional de la instalación
Fuentes y bibliografía
- Guías técnicas para la prevención y control de la legionelosis en las instalaciones de riesgo objeto del ámbito de aplicación del Real Decreto 865/2003.
Ramón J. Madroñal es licenciado en Ciencias Químicas por la Universidad Autónoma de Madrid (2003) y viene desempeñando funciones como Técnico en Prevención de Legionella desde el año 2001. Colabora activamente en la organización e implantación de cursos de formación en la materia y es director del curso de Legionella del Ilustre Colegio Oficial de Químicos de Madrid, al que pertenece desde el año 2003. Es Técnico Superior en Prevención de Riesgos Laborales y Auditor de los Sistemas de Prevención.