La mosca doméstica (Musca domestica) es un conocido vector mecánico de transmisión de patógenos, incluidos parásitos, bacterias, hongos y virus, que puede transportar adheridos a su cuerpo. El funcionamiento de su aparato digestivo facilita también la transmisión de microorganismos nocivos a través de las abundantes excreciones que realiza esta especie, en forma de regurgitaciones y heces.
La mosca doméstica y los gérmenes
La mosca doméstica o mosca común (Musca domestica) es abundante tanto en granjas de producción animal como en entornos urbanos, donde sus larvas se desarrollan en una amplia gama de materiales en descomposición, heces y basura doméstica. El cualquier caso, el denominador común entre los sustratos de desarrollo adecuados para ella es una comunidad microbiana abundante y viable.
En su deambular entre lo limpio y lo sucio, las moscas adultas adquieren y transportan microorganimos, incluidos parásitos, bacterias, hongos y virus, en las superficies de su cuerpo, especialmente en las piezas bucales y las patas, y los pueden transferir a superficies limpias, alimentos o animales. En moscas domésticas capturadas en la naturaleza se han aislado más de 200 especies diferentes de microbios y, al parecer, tan solo una mosca puede transportar hasta 100 gérmenes patógenos diferentes. Entre ellos Campylobacter jejuni, Salmonella spp., Escherichia coli O157:H7 , Pseudomonas aeruginosa o Staphylococcus aureus.
Sin embargo, no solo en el exterior de su cuerpo se transportan los gérmenes. Otra via importante de contaminación son las abundantes excreciones que realiza la mosca doméstica, en forma de regurgitaciones o de heces, que también contienen patógenos ingeridos por el insecto.
Secreciones en las superficies
Las piezas bucales de la mosca doméstica están adaptadas para absorver alimentos líquidos y no pueden morder. Para poder ingerir los alimentos sólidos, necesitan regurgitar liquido sobre ellos con el fin de reblandecerlos y posteriormente poder absorverlos con la probóscide.
La formación y el exudado de "burbujas" de líquido es un fenómeno muy habitual en la mosca doméstica. Aparte de facilitar la ingesta de alimentos sólidos, se cree que esta secreción de burbujas de líquido elimina el exceso de agua, concentra los nutrientes del alimento ingerido y reduce el peso que el insecto debe cargar durante el vuelo.
La cantidad de puntos de regurgitación varía con la calidad de los alimentos ingeridos. Las moscas que han ingerido alimentos ricos en nutrientes como sangre, leche líquida y soluciones de azúcar de alta concentración producen menos puntos de regurgitación que las moscas alimentadas con elementos que tienen una densidad de nutrientes más baja.
En las superficies donde las moscas se posan para descansar suelen verse pequeñas manchas de tonos marrones, que son acumulaciones de gotas de regurgitación y también manchas fecales, que juegan un papel en la transmisión de patógenos y que pueden usarse en programas de monitoreo como un índicio de la abundancia de moscas en el entorno.
El aparato digestivo de la mosca incluye un buche, una estructura ventral diverticulada del intestino anterior, que es un órgano de almacenamiento altamente expandible que le permite consumir grandes cantidades de alimentos líquidos de alta calidad cuando se encuentran disponibles.
El contenido del buche luego pasa al intestino medio para su digestión o sino pasa de nuevo hacia adelante y se libera por la probóscide como regurgitación. La comida a veces pasa por alto el buche y va directamente al intestino medio, especialmente cuando el alimento ingerido tiene un bajo contenido de humedad.
A medida que la comida entra en el intestino medio está rodeada por una matriz, de quitina y otros componentes, sintetizada por las células del intestino, que proporciona una barrera para evitar que los patógenos ingeridos infecten a la mosca al impedirles el contacto con la membrana microvellosa del epitelio del intestino medio. Los nutrientes pasan a través de la matriz y se absorven en el intestino medio de la mosca. Después de esto, el alimento que queda sin procesar pasa al intestino posterior para la absorción de agua y su eventual depósito en forma de heces.
El paso de los alimentos a través de todo el sistema digestivo de la mosca puede completarse en menos de 6 h.
Cuando las moscas ingieren patógenos, su ubicación y persistencia dentro del tracto digestivo afecta al potencial de transmisión. Los patógenos ingeridos alojados en el buche y en el intestino medio pueden digerirse y destruirse o sobrevivir para ser excretadas y, posiblemente, transmitidas.
Fuente: House Fly (Diptera: Muscidae): Biology, Pest Status, Current Management Prospects, and Research Needs, Journal of Integrated Pest Management