El color, uno de los parámetros organolépticos que indican la calidad del agua de consumo humano, está relacionado con las sustancias disueltas y las partículas en suspensión que contiene. La medición del color es importante para conocer el nivel de materia orgánica natural que hay en el agua, ya que su presencia es un factor de riesgo de generación de subproductos nocivos de la desinfección del agua, como por ejemplo, los trihalometanos.
El color es, junto con la turbidez, el olor y el sabor, una de las características que nos habla de la calidad del agua. Así, el color es uno de los parámetros organolépticos incluidos en el RD140/2003, por el que se establecen los criterios sanitarios de la calidad del agua de consumo humano, como obligatorio en el análisis, de control, completo y de grifo, del agua de consumo.
El color del agua se debe a la presencia de materia orgánica natural, como pueden ser las sustancias húmicas o ciertos metales como hierro, manganeso o cobre, que se encuentra disuelta o en suspensión.
Es importante diferenciar entre las sustancias que están disueltas en el agua y las partículas que se encuentran en suspensión, ya que esto incide en los valores de lo que se clasifica como "color verdadero" y "color aparente" del agua. El color verdadero es el que depende solamente del agua y las sustancias disueltas en ella, mientras que el color aparente incluiría también las partículas en suspensión. Estas últimas son las responsables de la turbidez del agua.
La turbidez del agua suele ser la principal interferencia en la medida del color del agua y debe ser eliminada, ya que puede afectar a la precisión de la medición y/o causar la dispersión de la luz y aumentar el valor del color aparente. Para eliminar esta interferencia, la muestra debe ser centrifugada para eliminar las partículas en suspensión.
Asi pues, el color aparente seria el de la muestra tal como ha sido obtenida y el color verdadero seria el de la muestra una vez que ha sido filtrada o centrifugada, dejando solamente las sustancias disueltas.
Hay que tener en cuenta además, que en la formación del color del agua intervienen, entre otros factores, el pH, la temperatura, la materia disponible y la solubilidad de los compuestos que aportan color.
Materia orgánica y subproductos de la desinfección
Las sustancias húmicas, que constituyen entre el 50% y el 75% del carbono orgánico disuelto en las aguas superficiales, aportan el color al agua. Entre ellas, el grupo mayoritario son los ácidos fúlvicos y ácidos húmicos, que en su estado natural son inofensivas para el ser humano. Sin embargo, estas sustancias sufren cambios químicos durante los procesos de oxidación y desinfección del agua con cloro, y forman subproductos potencialmente nocivos para la salud, como cloroformo, dibromoclorometano, bromoformo y bromodiclorometano, que son los llamados genéricamente trihalometanos.
La medida del color del agua aporta información valiosa en este sentido, ya que permite evaluar y gestionar la presencia de dichos ácidos húmicos y fúlvicos, principales precursores de la formación de los subproductos de la desinfección (SPD) del agua con cloro.
Para eliminar la presencia de esta materia orgánica en la etapa de desinfección y limitar asi el riesgo de generación de subproductos de la desinfección, es recomendable realizar algun proceso adicional previo a la cloración, que reduzca la presencia de las sustancias húmicas en el agua, como pueden ser los tratamientos con carbón activo, ozono, radiación UV o dióxido de cloro.
¿Cómo se mide el color del agua?
El RD140/2003 establece para el color del agua de consumo humano un valor paramétrico máximo de 15 mg/l Pt/Co (platino -cobalto), pero ¿cómo se mide el color del agua?
Para determinar el color del agua existen dos métodos; por comparación visual y por método espectrofotométrico.
El primero se basa en comparar la muestra con soluciones coloreadas o discos de cristal de color, que han sido calibrados previamente. La coloración del agua se compara visualmente con una serie de patrones de color, que por unidad de medida simulan el color que produce 1 ppm de platino (en forma de cloroplatinato) con determinada cantidad de cobalto añadida, que se utiliza para igualar el matiz del color. Los resultados se expresan como unidades platino cobalto (UPC)
En el segundo caso, el color se determina mediante un espectrofotómetro, instrumento capaz de proyectar a través de la muestra un haz de luz con una longitud de onda única o con un nº de ciertas longitudes de onda, y medir la cantidad de luz que es absorvida o transmitida a través de la muestra. Los resultados obtenidos se comparan con colores estandar establecidos.
Fuente: HANNA Instruments