Los parásitos transmitidos por alimentos pueden ser origen de enfermedades diversas en humanos. Sin embargo, son dificiles de detectar y su impacto real sobre la salud pública pasa en gran parte desapercibido. Los riesgos asociados a estos organismos pueden minimizarse con buenas prácticas de higiene y con una formación adecuada. La FAO acaba de publicar una guia con recomendaciones para reducir este riesgo de seguridad alimentaria.
Las enfermedades parasitarias transmitidas por los alimentos son dificiles de detectar por lo que escapan, a menudo, a los sistemas de seguridad alimentaria y representan un peligro con poca visibilidad.
A nivel de la UE, por ejemplo, la falta de armonización en la vigilancia, control y notificación de infecciones provocadas por parásitos de transmisióm alimentaria dificulta la evaluación de su impacto real sobre la salud. Este problema es escalable a nivel global y se agudiza en regiones con niveles más bajos de higiene y seguridad alimentaria.
Consciente de esta amenaza invisible, la FAO ha publicado un documento que describe los principales parásitos de transmisión alimentaria que producen enfermedades en humanos y emite recomendaciones para reducir el riesgo.
En el documento se pone especial énfasis en dos puntos: por un lado en la necesidad concienciar sobre este peligro de seguridad alimentaria a todos los niveles, desde las administraciones hasta la producción primaria, las empresas alimentarias y los propios consumidores, y por otro lado la importancia de informar y formar sobre las prácticas de higiene adecuadas para minimizar el riesgo.
La guia se centra en los principales parásitos transmitidos por la carne de cerdo, el pescado, los crustáceos de agua dulce, las verduras y el agua, para los que las medidas de seguridad alimentaria desempeñan un papel importante para su prevención y control.
Se incluye información sobre los ciclos de vida y vias de transmisión de cada parásito, asi como sus efectos sobre la salud.
Los riesgos asociados a todos ellos pueden evitarse o minimizarse mediante la aplicación de buenas prácticas de higiene y con la promoción de la toma de conciencia a nivel comunitario. Asi, en el documento, la FAO emite algunas recomendaciones sobre estas prácticas de higiene para prevenir y controlar la propagación de enfermedades parasitarias, y hace propuestas para que las autoridades promocionen un enfoque participativo en el proceso de concienciación y el desarrollo de paquetes de capacitación para operadores de empresas alimentarias.
FAO. 2021. Parasites in foods: An invisible threat