La nueva Ley de Residuos y Suelos contaminados deja la puerta abierta a que los Ayuntamientos, por ejemplo el de Barcelona, puedan prohibir fumar en sus playas. Desde el punto de vista medioambiental, esta medida previene una considerable contaminación química y plástica del mar, las especies marinas y, siguiendo la cadena trófica, del ser humano que las ingiere.
Gestión de residuos en el medio marino
Dejar colillas cerca del mar es una práctica habitual, que carecia hasta hace poco de regulación. Sin embargo, una de las medidas de prevención que establece la nueva Ley 7/2022 de residuos y suelos contaminados para frenar la generación de basura dispersa en el medio marino es dotar a los Ayuntamientos de la posibilidad de prohibir y sancionar fumar en las playas.
Esta medida contribuirá a prevenir y reducir esta práctica que es muy perjudicial, tanto para las personas como para el medio ambiente. Las colillas contienen metales pesados y otras sustancias tóxicas, que contaminan el agua, los organismos marinos y, consecuentemente, al ser humano que ingiere productos del mar.
A nivel mundial se estima que cerca de cinco billones de colillas llegan cada año al mar. En las playas europeas se encuentran entre los 10 residuos más frecuentes y en las costas españolas representan una parte importante de la basura que contamina las playas.
Según la Fundación Aquae, en España se consumen, aproximadamente, 32.800 millones de cigarrillos y los filtros del 15% de éstos acaba en las playas.
Cóctel de contaminantes
Las colillas tardan de media una década en degradarse, un largo período de tiempo en el que pueden liberar muy diversos contaminantes, como metales pesados (plomo, mercurio, cromo, etc.) nicotina o alquitrán.
Por otra parte, los filtros están hechos de fibras de acetato de celulosa, plástico de origen vegetal, y al degradarse a lo largo de los años se descomponen en microplásticos, un peligro ambiental cada vez mayor en rios y oceános.
Al descomponerse los filtros de las colillas, liberan al agua las sustancias contaminantes que han absorbido del humo: nicotina, arsénico, plomo, cobre, etc., dañando los ecosistemas marinos.
Según estudios realizados por el Centro Oceanográfico de Vigo del Instituto Español de Oceanografía, una vez que las colillas llegan al mar los metales que contienen se pueden lixiviar al agua y ser absorvidos por organismos marinos. Un experimento realizado con diferentes tipos de filtros: vírgenes, fumados artificialmente y envejecidos en playa y puerto, mostró que los filtros fumados muestran niveles de metales hasta 90 veces superiores que los vírgenes. Asimismo, constataron la acumulación y aumento de concentraciones de estroncio, manganeso, uranio, cromo, hierro, molibdeno, plomo y zinc en las branquias y la glandula digestiva de ostras expuestas a los lixiviados de colillas.
Las playas de Barcelona libres de humo y colillas
Barcelona es una de las ciudades que ha iniciado la regulación del fumar en sus playas. El año pasado, la ASPB y Barcelona Cicle de l’Aigua, SA (BCASA) impulsaron una prueba piloto en cuatro playas de la ciudad, en las que no se permitió fumar, ni en la arena ni en el mar, durante la temporada alta de baño, que tuvo una excelente acogida entre las personas usuarias de las playas y mostró una reducción significativa de colillas en la arena.
Este año 2022, el Ayuntamiento extiende la prohibición de fumar en todas las playas de la ciudad, con el objetivo de crear espacios de convivencia más saludables y con menos residuos. A partir del mes de julio entrará en vigor la nueva regulación, que se mantendrá durante todo el año.
Si os interesa este tema, la ASPB organiza la sesión científica "Playas sin humo", que se retransmitirá online, y en la que se hablará, entre otros temas, sobre las experiencias en playas sin humo de Barcelona y Lloret de Mar.
Fuentes: fundacionaquae.org y ASPB
