Hoy 29 de septiembre se celebra la cuarta edición del Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio Alimentario. Tanto el sector público, como el sector privado, y tod@s y cada un@ de nosotr@s, podemos contribuir a prevenir este grave problema global con fuerte impacto social, ambiental y económico. ¡Establezcamos prioridades, tomemos medidas y pasemos a la acción!
El desperdicio alimentario es cosa de tod@s
Los alimentos son bienes básicos que hay que preservar. Cuando desperdiciamos alimentos, desperdiciamos también todos los recursos que se utilizaron para su producción: agua, energía, tierra fértil, mano de obra y capital.
Con el acto de desperdiciar la comida somos también corresponsables de las emisiones de gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático, generados en los procesos que hacen posible que los alimentos lleguen hasta nuestras manos y en aquellos necesarios para la eliminación de los alimentos desperdiciados.
Hoy 29 de septiembre se celebra la cuarta edición del Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, impulsado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), cuyo objetivo es hacer un llamamiento a la acción, tanto al sector público como a empresas privadas y particulares, para establecer prioridades y avanzar en la construcción de sistemas alimentarios sostenibles y resilientes.
Según la FAO, entre 691 y 783 millones de personas padecieron hambre en 2022 (FAO, 2023). A pesar de que el hambre y la inseguridad alimentaria persisten a nivel global, se calcula que el 13 % de los alimentos en la cadena mundial de suministro se pierde entre la etapa postcosecha y la venta al por menor (FAO, 2022). Además se desperdicia otro 17 % de alimentos en los hogares, los servicios alimentarios y el comercio al por menor.
Reducir el desperdicio alimentario sólo es posible desde el compromiso y la colaboración entre todos los eslabones de la cadena alimentaria: desde la fabricación y distribución de los alimentos hasta el comercio minorista y los consumidores.
Meta 12.3 de los ODS: ¡tan cerca y tan lejos!
Prevenir el desperdicio alimentario es una de las prioridades del Plan de acción de la UE para la economía circular y constituye la Meta 12.3 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que marca el compromiso de reducir a la mitad el desperdicio de alimentos per cápita, a nivel minorista y de consumo, para 2030.
Solo nos quedan siete años para alcanzar esta meta común, que nos aporta ventajas a tod@s, ya que prevenir las pérdidas y el desperdicio alimentario mejora la competitividad de las empresas y favorece al bolsillo del consumidor.
Para ello es urgente y necesario cambiar nuestra cultura, es decir el valor que damos a los alimentos y nuestra relación con ellos, establecer buenas prácticas para la prevención y la reducción del desperdicio alimentario e incorporar tecnologías y soluciones innovadoras que nos lleven con éxito hasta la meta 12.3 de los ODS.
Formación para prevenir y reducir el desperdicio alimentario
La pérdida y el desperdicio alimentario es uno de los temas con los que Higiene Ambiental mantiene un compromiso desde hace años.
Si necesitas formarte o formar a tu equipo en la gestión del desperdicio alimentario Higiene Ambiental ofrece actualmente dos formaciones on-line, que pueden ayudarte a alcanzar tus objetivos en esta materia:
A través de nuestra Aula virtual:
O en la modalidad de Teleformación:
Estas formaciones están dirigidas a todo el personal que trabaja en el circuito de manipulación de alimentos, desde la recepción de mercancia hasta el servicio al cliente, responsables de calidad y dirección de hoteles, restaurantes, campings, colectividades, comercios alimentarios e industria alimentaria, y ofrecen conocimientos y herramientas para reducir el desperdicio alimentario y sus costes asociados.
Si necesitas más información sobre estas propuestas formativas, no dudes en contactarnos a
