Procesionaria del pino, algunas claves de su comportamiento gregario

Procesionaria del pino, algunas claves de su comportamiento gregario

La procesionaria del pino, Thaumetopoea pityocampa, muestra una complejidad social única en la construcción de sus nidos, sus hábitos de forrajeo nocturno y en la distribución de tareas. Un estudio realizado en Italia profundiza en el conocimiento de estos comportamientos para comprender mejor y gestionar más eficazmente esta especie.

 

La procesionaria del pino

Muchas especies de insectos sociales dependen de estructuras de anidación que las protejan de los elementos ambientales y los enemigos naturales o les brinden un microclima modificado. Este es el caso de la procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa) una plaga de coníferas, como pinos y cedros, que pasa la mayor parte de su etapa larval en invierno refugiandose en el interior de nidos sedosos que construye en la copa de los árboles.

Además de causar daños significativos en los árboles, la procesionaria del pino se convierten en un peligro potencial para las personas y los animales domésticos cuando descienden de los árboles para enterrarse y pupar en el suelo, debido a los pelos uticantes que desprenden, causantes de lesiones y trastornos alérgicos graves.

Aunque T. pityocampa es una especie con relevancia económica y médica, los mecanismos de construcción de sus nidos y su comportamiento de forrajeo son poco conocidos. Un interesante estudio realizado en el norte de Italia aporta observaciones detalladas sobre los comportamientos sociales en las orugas de T. pityocampa. El estudio, titulado "Large Male Caterpillars Are the Primary Builders: Exploring Tent Construction and Foraging Behaviour in Gregarious Pine Processionary Caterpillar," fue llevado a cabo por M.Uemura, M.P. Zalucki y A.Battisti, y ha sido publicado en la revista "Insects".

Las orugas de la procesionaria del pino viven en colonias gregarias, en un nido comunal (bolsón) conviviendo con hermanos e individuos conespecíficos de otras colonias. Es una especie con un comportamiento gregario desde el huevo hasta la polilla, por lo que en el estudio se investiga si los individuos realizan actividades cooperativas y sincronizadas para desempeñarse bien como colonia.  Más concretamente, se estudia el comportamiento de las colonias de  T. pityocampa en la construcción de los nidos, así como los hábitos de forrajeo, desde el primer (L1) hasta el cuarto (L4) estadio larval. Para ello, los autores utilizan un novedoso aparato recolector de frass (excrementos) y cámaras para documentar los comportamientos naturales de estas colonias en el campo durante periodos de 24 horas.

 

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Fotografías sucesivas de un bolsón de T. pityocampa desde el tercer (L3) hasta el último (L5) estadio larvario. Fotografías tomadas por Andrea Battisti.

Ciclo anual de la procesionaria del pino

En verano, cada polilla hembra de T. pityocampa deposita todos sus huevos en una sola puesta (150–350 huevos) en el follaje exterior de un pino, que eclosionarán en alrededor de un mes. A diferencia de la mayoría de los insectos defoliadores de regiones templadas, las orugas (larvas) de la procesionaria del pino se alimentan durante todo el invierno.

Las larvas recién nacidas construyen su primer nido temporal en el sitio de oviposición, y el segundo estadio larval generalmente construye un nuevo nido temporal en la misma rama que el primero. Los estadios larvales posteriores (L3–4) construyen un nido permanente, de paredes gruesas (nido de invierno) en las partes más externas del árbol y en los lugares más expuestos al sol.

Durante el invierno, el nido facilita el calentamiento de la temperatura corporal de las orugas durante el día, lo cual es fundamental para estimular la alimentación nocturna. Además, el nido actúa como protección contra depredadores, parasitoides y elementos ambientales como viento, lluvia y nieve.

Cuando las orugas del último estadio están listas para pupar, abandonan el nido y se desplazan en procesión por el suelo para buscar un lugar de pupación, que suele ser en áreas bien iluminadas del entorno.

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Nido de T. pityocampa con larvas en fase oruga / John H. Ghent, USDA Forest Service, United States

 

Tareas diferenciadas por sexo o tamaño

Para comprender la construcción del nido y los hábitos de forrajeo de T. pityocampa, los autores examinaron ambos comportamientos juntos porque están interconectados. Los resultados sugieren que el quehacer de las orugas de T. pityocampa muestran variaciones individuales en su actividad diaria.

En las observaciones realizadas, la construcción del nido fue realizada principalmente por machos más grandes, mientras que las hembras más pequeñas permanecían dentro del nido y emergían más tarde para forrajear durante la noche. Una posible explicación es que los individuos machos más grandes que hilan seda para construir el nido pueden ser más eficientes, ya que pueden cubrir una mayor superficie o quizás tienen un reservorio de glándulas de seda más grande.

Por otra parte, las orugas de T. pityocampa del último estadio que salen definitivamente del nido para buscar un lugar de pupación son dirigidas principalmente por una única oruga líder hembra.

Esto podría sugerir que las orugas macho y hembra de T. pityocampa tienen responsabilidades diferentes dentro de la colonia, aunque se necesita más investigación para determinar si realmente existe una distribución de tareas basada en el tamaño corporal y el sexo de las orugas.

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Nido de T. pityocampa con larvas en fase oruga / gailhampshire

Alimentarse y construir

Los primeros estadios de las larvas se alimentaron predominantemente por la noche y ocasionalmente durante períodos cortos durante el día. En cambio, las orugas de los estadios larvales posteriores se alimentaron exclusivamente por la noche, en la oscuridad.

El motivo de ello podría ser que la corta distancia que recorren las orugas de los primeros estadios para encontrar fuentes de alimento, así como su pequeño tamaño, podrían permitirles forrajear durante el día por intervalos breves sin ser detectadas por depredadores y parasitoides diurnos.

En los estadios larvales más jóvenes el forrajeo era más frecuente cuando las temperaturas ambientales eran más cálidas. En el caso de las orugas de los estadios larvales más avanzados, el forrajeo se iniciaba cuando la temperatura bajaba por debajo de los 12 °C y era completamente oscuro. Esta disminución de la temperatura y la oscuridad completa pueden ser un estímulo para que las orugas dejen de construir el nido y comiencen a forrajear. Parece común que las orugas se alimenten continuamente durante toda la noche y regresen al nido antes del amanecer, excepto en días con lluvia intensa y viento, en los que las orugas no salieron del nido ni para construir ni para forrajear.

Los autores observaron el comportamiento de construcción del 'nido de invierno' cuando las orugas de tercer y cuarto instar de T. pityocampa construyen el bolsón que les permite resistir las condiciones invernales. Justo antes del atardecer, sin lluvia y con temperaturas superiores a los 12 °C, la construcción del nido era llevada a cabo por individuos activos tempraneros, principalmente las orugas macho más grandes. Éstas emergían primero del nido e hilaban seda en el nido para expandirlo y fortalecerlo. Una vez que las temperaturas bajaban por debajo de los 12 °C y había pasado el crepúsculo, las orugas dejaban de tejer y salían a forrajear. Más tarde, se unían a ellas otras orugas, que eran predominantemente hembras más pequeñas que habían permanecido dentro del nido.

Nidos al sol

La procesionaria del pino muestra preferencia por la construcción del nido en la orientación sur del árbol. Además, la estructura final del nido invierno, construido por las orugas de los últimos estadios larvales, tiene la capa de seda más gruesa en el lado sur del nido. La preferencia larval por la orientación sur del nido y la aplicación de seda en el lado más iluminado del nido demuestran claramente que es para recibir radiación solar máxima durante el invierno. Esto les es necesario, especialmente en estadios larvales avanzados, para soportar las condiciones invernales.

En el estudio se analiza y se mide la aplicación de seda en el nido de invierno en las cuatro orientaciones cardinales, siendo la orientación sur la preferida. El comportamiento de construcción y mantenimiento del nido comenzaba al atardecer y seguía durante el cenit, lo que sugiere que las orugas de la procesionaria del pino pueden determinar el lado orientado al sur del nido utilizando la posición del sol y la luz polarizada del atardecer para aplicar seda en el nido. 

La construcción y el hilado coordinado del nido pueden ser esenciales para la expansión eficiente del bolsón y para la eficiencia del forrajeo, ya que no existe un único orificio de salida y entrada y las orugas T. pityocampa pueden salir de dentro del nido en cualquier dirección. Limitar la cantidad de orugas estimuladas para hilar y salir del nido al mismo tiempo es posible que ayude a mantener la integridad de la estructura del nido. Además, con la mayoría de las orugas dentro del nido y solo algunas hilando en el exterior, se reduce la probabilidad de que la colonia sea presa de enemigos naturales.

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Procesión de Thaumetopoea Pityocampa /  Arturo Reina Sánchez

Conocer mejor la procesionaria del pino

Este estudio sobre la procesionaria del pino destaca la complejidad de sus comportamientos sociales y las estrategias adaptativas que ha desarrollado para sobrevivir y prosperar en su entorno. Desde la construcción del nido hasta el forrajeo nocturno coordinado, estas orugas demuestran una sorprendente capacidad para la cooperación y la especialización de tareas.

El conocimiento detallado de su ciclo de vida anual, las diferencias en las tareas según el sexo y el tamaño, así como la preferencia por la orientación del nido y la aplicación de seda, proporciona una visión valiosa para comprender la biología y ecología de esta especie. Además, este estudio subraya la importancia de la investigación en estas áreas para desarrollar estrategias efectivas de gestión cuando la procesionaria se convierte en plaga. 

 

Referencia:

Uemura, M.; Zalucki, M.P.; Battisti, A. Large Male Caterpillars Are the Primary Builders: Exploring Tent Construction and Foraging Behaviour in Gregarious Pine Processionary Caterpillar. Insects 2023, 14, 829. https://doi.org/10.3390/insects14100829

 

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