Plagas en productos agroalimentarios almacenados. A pesar de su pequeño tamaño, diversas especies de insectos poseen una gran capacidad para romper y masticar granos almacenados, o atravesar los materiales de embalaje que protegen los alimentos, gracias a sus fuertes piezas bucales y a una gran capacidad de colarse por diminutas oberturas. Los materiales de embalaje de los alimentos almacenados pueden ayudar a prevenir daños y pérdidas del producto.
Plagas en productos agroalimentarios almacenados
Aunque son diminutos en tamaño (1-6 mm de longitud), los insectos que causan infestaciones en productos agroalimentarios almacenados poseen un fantástico diseño morfológico de sus piezas bucales, que en muchos casos les permite romper, masticar y atravesar las cáscaras de los granos y alimentarse de todo tipo de cereales enteros, partidos o molidos.
Esta misma capacidad les permite, a muchos de ellos, masticar y penetrar sin gran complicación el papel, cartón o plástico con el que están fabricados gran parte de los envases alimentarios utilizados en almacenes, tiendas minoristas o despensas, y provocar daños o pérdidas. La materia prima a granel contaminada por los insectos puede afectar a la calidad y al sabor de los productos fabricados posteriormente con ella, mientras que los productos infestados cuando su elaboración ya está terminada no se consideran aptos para el consumo y, por lo tanto, deben eliminarse.
Mantener procedimientos adecuados de higiene y un programa de control integrado de plagas en las instalaciones reduce el riesgo y evita la mayoría de problemas generados por las infestaciones de insectos en alimentos almacenados. Sin embargo, utilizar materiales de envasado que sean impenetrables para este grupo de insectos puede también contribuir a evitar daños.
Vamos a ver las distintas estrategias que utilizan los insectos para acceder y alimentarse de los productos agroalimentarios almacenados.
Los masticadores más fuertes
A la cabeza de los masticadores más fuertes se encuentra un grupo de insectos que se alimentan del interior de los granos duros.
A este grupo pertenecen el gorgojo del arroz, Sitophilus oryzae, el gorgojo del maíz, Sitophilus zeamais, el gorgojo del grano, Sitophilus granarius, el barrenador menor de los granos, Rhyzopertha dominica, y el barrenador mayor de los granos, Prostephanus truncatus.
El gorgojo del arroz ( Sitophilus oryzae) presenta un conjunto de mandíbulas masticadoras al final de su largo hocico / Imagen: Pest and Diseases Image Library , Bugwood.org
Adultos y larvas poseen mandíbulas fuertes y resistentes, que les permiten cortar y masticar las cáscaras y el interior de los granos duros. Estos insectos, que pueden abrirse paso hasta el interior de un grano, no tienen problemas para masticar plástico fino o cartón de grosor medio para llegar a su fuente de alimento.
Otras especies no suelen alimentarse de granos enteros, pero son igualmente capaces de masticar el plástico y cartón grueso para abrirse paso a través del embalaje de los alimentos. Entre ellos están el escarabajo del tabaco, Lasioderma serricorne, y el gorgojo del pan, Stegobium paniceum, que están relacionados con los escarabajos que se alimentan de la madera y tienen musculosas mandíbulas. Al igual que sus primos que perforan madera, las cabezas de los adultos de estas dos especies están orientadas hacia abajo, una posición que les da una mayor ventaja para masticar materiales duros.
El escarabajo del tabaco (Lasioderma serricorne) está dotado de fuertes mandíbulas / Imagen: Pest and Diseases Image Library , Bugwood.org
Masticadores de nivel medio
Los insectos que infestan productos agroalimentarios almacenados y normalmente se alimentan de granos molidos, triturados o partidos no tienen la misma fuerza muscular ni las mandíbulas afiladas que tienen los que se alimentan de granos en el interior.
Sin embargo, pueden penetrar el plástico que tiene pequeñas imperfecciones, y también son capaces de posicionarse dentro de los pliegues de los envases de plástico o papel con el fin de hacer suficiente fuerza para conseguir morder a través de este tipo de envoltorios exteriores.
A este grupo pertenecen, por ejemplo, las etapas larvarias de la polilla india de la harina, Plodia interpunctella, la polilla mediterránea de la harina, Ephestia kuehniella, la polilla de la almendra, Cadra cautella, el gorgojo castaño de la harina, Tribolium castaneum, el escarabajo confuso de la harina, Tribolium confusum, y el gorgojo del almacén, Trogoderma variabile.
Piezas bucales de una larva de polilla india de la harina (Plodia interpunctella) / Imagen: Todd Gilligan, LepIntercept, USDA APHIS PPQ, Bugwood.org
Los invasores
Otras especies de insectos no son tan buenos para abrirse paso a través de los materiales de embalaje mordiéndolos, pero sí para encontrar formas de atravesarlos sin necesidad de masticarlos, introduciéndose a través de pequeños orificios o aberturas.
En este grupo incluye al gorgojo dentado de los cereales, Oryzaephilus surinamensis, el gorgojo de los comerciantes de cereales, Oryzaephilus mercator, el gorgojo de los cereales Cryptolestes pusillus, y el gorgojo de los cereales Cryptolestes ferrugineus.
Este grupo de escarabajos son pequeños y delgados y pueden abrirse paso a través de pequeñas aberturas de medio milímetro de diámetro. Además, las larvas jóvenes de estos y otros insectos plaga de productos almacenados pueden introducirse por agujeros incluso más pequeños.
¿Qué materiales de embalaje pueden reducir el riesgo?
Con el mercado masivo de productos agroalimentarios a nivel mundial, no es fácil usar siempre envases resistentes a insectos.
Gran cantidad de embalajes suelen ser de papel y cartón con láminas de plástico incorporadas. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el papel y el cartón son particularmente débiles cuando se trata de la resistencia a la penetración de los insectos.
¿Cuáles son los mejores materiales de embalaje que pueden contener alimentos y, al mismo tiempo, evitar que entren plagas? Los expertos de Insects Limited recomiendan algunas opciones:
- Los films de polietileno con un espesor de > 10 milésimas de pulgada ( 0,0254 milímetros) funcionan bien para el almacenamiento a corto o largo plazo, y suele ser la alternativa más rentable.
- Los films de poliéster funcionan bien como barrera contra los insectos. Las películas de poliéster son aquellas que utilizan tereftalato de polietileno (PET).
- Los films de barrera con aluminio son extremadamente resistentes a las plagas.
No obstante, es importante encontrar un equilibrio entre el coste del envase y su resistencia a la penetración. Normalmente, a medida que aumentan las capas de embalaje aumenta la protección y también el coste; no es lo mismo una bolsa de papel que una bolsa sellada de plástico forrada con papel de aluminio.
Por otro lado, las actuales politicas medioambientales buscan minimizar la producción de residuos y aumentar el reciclaje, por lo que cuanto menos embalaje mejor. Pero, eso si, el material de embalaje debe tener optimizada su función de barrera, con el material y el grosor adecuado.
Finalmente, hay que destacar los desarrollos más recientes de envases activos con actividad repelente de insectos, que permiten proteger y conservar los productos alimenticios almacenados frente a las plagas de despensa.
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