La CE ha aprobado el nitrogeno generado in situ del aire ambiente como sustancia activa biocida para el control de plagas por anoxia. El nitrogeno generado del aire ambiente se ha incluido en el Anexo I del Reglamento 528/2012, en el que se listan las sustancias activas biocidas de bajo riesgo.
Control de plagas por anoxia
El control de plagas de artrópodos por anoxia (falta de oxígeno) es ampliamente utilizado en instituciones como museos o bibliotecas para proteger objetos del patrimonio cultural, como piezas de madera, textiles, papel, etc. Los organismos nocivos no sólo pueden provocar la pérdida del bien cultural en sí, sino que también existe el riesgo de que se propaguen a otros objetos cercanos. El uso de nitrógeno producido in situ es el único método eficaz de control de organismos nocivos que puede utilizarse para todo tipo y combinación de materiales sin causar daños a las piezas, y permite abandonar el uso de biocidas clasificados como muy tóxicos, así como facilitar la aplicación de un enfoque basado en el control integrado de plagas
Para ello, el nitrogeno es purificado del aire ambiente y bombeado dentro de una cámara de tratamiento sellada, creando una atmósfera controlada en la que el contenido de nitrógeno se eleva y el oxígeno se agota casi por completo.
Organismos nocivos, como polillas, escarabajos, carcoma, etc., no pueden sobrevivir en las condiciones creadas en la cámara, cuya efectividad puede variar según el estadio vital de la especie, la temperatura, humedad, tiempo de tratamiento o cantidad de oxígeno residual. La técnica se considera particularmente importante para artefactos de museo de alto valor, que pueden verse afectados por los fumigantes.
Aprobación como sustancia activa de bajo riesgo
La CE ha aprobado el nitrógeno generado a partir del aire ambiente como sustancia activa de bajo riesgo, apta para incluirla en el Anexo I del Reglamento de Productos Biocidas (BPR), y por tanto elegible para un procedimiento de autorización simplificado, que requiere menos información y un dossier mucho más simple.
Los usos previstos en la autorización incluyen el control de plagas por anoxia en objetos de museo (artículos de madera, textiles, etc.), plagas de productos almacenados, insectos destructores de la madera, plagas de textiles y otros artrópodos. El principio activo debe ser utilizado en interiores (atmósferas modificadas en espacios sellados) y por usuarios profesionales especializados.
El modo de acción del nitrógeno es mediante la exclusión del oxígeno que los insectos objetivo necesitan para respirar y no mediante ningún efecto directo sobre la fisiología del insecto, por lo que es muy poco probable que los insectos puedan desarrollar un mecanismo de resistencia.
El gas nitrógeno no representa ningún problema para la salud humana ni para el medio ambiente. Cuando se utiliza como biocida actúa reemplazando el oxígeno, provocando así la asfixia de los organismos objetivo. Este mecanismo también se aplicaría a los seres humanos expuestos a una atmósfera hipóxica, con una concentración de nitrógeno superior a la normal. Por ello, las solicitudes de autorización de los biocidas que utilicen como sustancia activa el nitrógeno generado a partir del aire ambiente estarán supeditadas a la inclusión pruebas de que se evita la exposición del usuario y del público en general a una atmósfera hipóxica y, cuando proceda, se adoptan las medidas necesarias.
Documento de referencia:
REGLAMENTO DELEGADO (UE) 2024/1290 DE LA COMISIÓN de 29 de febrero de 2024 por el que se modifica el Reglamento (UE) n.o 528/2012 del Parlamento Europeo y del Consejo para incluir en su anexo I el nitrógeno generado a partir del aire ambiente como sustancia activa
