
Giardia y Campylobacter fueron agentes causales de, al menos, 36 brotes de enfermedades gastrointestinales de origen hídrico, que afectaron a cerca de 6000 personas en Europa en los últimos 15 años. Principalmente el agua de consumo y las aguas recreativas fueron los medios de transmisión de estos dos patógenos, que no están incluidos en los controles microbiológicos rutinarios del agua del consumo o piscinas.
Giardia y Campylobacter en las aguas de consumo de Europa
A pesar de que los paises europeos cuentan con sistemas de abastecimiento de agua avanzados, las enfermedades de transmisión hídrica siguen representando un riesgo real, especialmente cuando fallan las infraestructuras, se producen episodios climáticos extremos o se relajan las medidas de control.
En este ámbito, entre los patógenos más relevantes estarían Giardia y Campylobacter, ambos responsables de numerosos brotes de gastroenteritis en Europa en las últimas décadas. El estudio "Giardia and Campylobacter: Fifteen years (2010–2024) of waterborne outbreaks in Europe", publicado recientemente en Food and Waterborne Parasitology, revisa 15 años de datos (2010–2024) y revela que, al menos, 36 brotes de origen hídrico en Europa que afectaron a miles de personas estuvieron relacionados con estos patógenos.
Giardia y Campylobacter en el agua
Giardia duodenalis es un protozoo parásito que causa la giardiasis, una infección intestinal caracterizada por diarrea, dolor abdominal, náuseas y malabsorción. Sus quistes son extremadamente resistentes en el medio acuático y toleran concentraciones de cloro que inactivan a otros microorganismos, lo que facilita su transmisión hídrica. Las principales vias de transmisión de Giardia son la ingesta de agua potable contaminada, el contacto con aguas recreativas (piscinas, ríos, lagos) y el consumo de agua no tratada en zonas rurales o tras episodios de lluvia intensa.
Campylobacter spp, especialmente C. jejuni, son bacterias zoonóticas y una de las principales causas globales de gastroenteritis. Aunque Campylobacter no se multiplica en el agua, su detección indica una contaminación fecal reciente. Las infecciones causan diarrea aguda, fiebre y dolor abdominal, y puede estar asociadas a complicaciones como síndrome de Guillain-Barré.
Campylobacter se ha identificado en brotes de gran magnitud asociados a fallos de tratamiento o rupturas en redes de suministro de agua.
Brotes hídricos en Europa (2010–2024)
La información recopilada en el estudio, realizado en la Universidad de Nápoles, muestra 36 brotes:
- 16 asociados a Giardia
- 18 asociados a Campylobacter
- 2 brotes mixtos, con presencia simultánea de ambos patógenos
Los países con mayor número de notificaciones fueron:
- Irlanda, para brotes de Giardia
- Finlandia, Dinamarca, Noruega y Suecia, para brotes de Campylobacter
Tipos de agua implicada en los brotes
Los brotes se relacionaron principalmente con:
- Agua de consumo humano (15 brotes): por fallos de desinfección, roturas de conducciones o contaminación de captaciones.
- Aguas recreativas (6 brotes): piscinas, triatlones y eventos deportivos en aguas abiertas.
- Agua de origen no determinado (15 brotes): este grupo de brotes sin origen conocido del agua refleja las de limitaciones de vigilancia y diagnóstico.
Factores desencadenantes observados
El estudio identifica patrones repetidos:
- Fallos en el tratamiento del agua (interrupción de cloración, ausencia de filtración).
- Infraestructura envejecida con fisuras, retrocesos y entradas de agua contaminada.
- Episodios de lluvia intensa e inundaciones, que facilitaron la entrada de patógenos en captaciones y embalses.
- Gestión inadecuada de pozos y depósitos, incluyendo accesos no controlados de animales.
Los brotes por Campylobacter en Finlandia y Noruega destacan por su magnitud, con hasta 1.800 casos en un único episodio.

Brotes de Giardia y Campylobacter transmitidos por el agua notificados en Europa (2010-2024). A) Contribución relativa de Giardia y Campylobacter a 36 brotes transmitidos por el agua; B) Distribución anual de 36 brotes transmitidos por el agua. / Fuente: Antonino Pace y otros: Giardia and Campylobacter: Fifteen years (2010–2024) of waterborne outbreaks in Europe, 2025
La transmisión a través del agua: puntos críticos
Según el estudio, el riesgo de transmisión de los dos patógenos está condicionado por la interacción entre:
- Fuentes vulnerables: aguas superficiales expuestas a escorrentías agrícolas, vertidos y reboses de alcantarillado, aguas subterráneas contaminadas por infiltración durante episodios de lluvia o nieve.
- Tratamientos insuficientes: sistemas de desinfección sin redundancia, falta de filtración en captaciones con riesgo microbiológico.
- Fallos en distribución y almacenamiento: redes envejecidas con infiltraciones, depósitos mal protegidos o mal mantenidos, presencia de biofilm que favorece la persistencia bacteriana.
En el caso de Giardia, la resistencia de los quistes obliga a combinar filtración eficiente y desinfección adecuada.
Para Campylobacter, la desinfección con cloro suele ser eficaz, pero solo si se mantiene un residual adecuado en todo el sistema.
Tratamientos del agua y prevención de brotes
El estudio insiste en la importancia de una gestión integral del riesgo para prevenir la contaminación microbiológica, destacando las siguientes medidas:
- Tratamientos en planta:
- Filtración avanzada (arena, membranas, ultrafiltración) para la retención de protozoos.
- Desinfección multibarrera, combinando: cloración, ozonización, radiación ultravioleta (especialmente efectiva frente a Giardia) - Control en la red de distribución:
- Mantenimiento activo de instalaciones.
- Control del desinfectante residual.
- Limpieza y aireación de depósitos.
- Programas de renovación de tuberías y control de fugas. - Vigilancia sanitaria y epidemiológica:
- Uso de métodos moleculares para la detección rápida de patógenos (PCR, metagenómica).
- Integración de laboratorios y autoridades sanitarias para lograr una respuesta temprana.
-Implementación de Planes Sanitarios del Agua (PSA), tal como recomienda la OMS. - Adaptación al cambio climático:
- El estudio subraya que los episodios extremos serán cada vez más frecuentes.
- Las infraestructuras deberían diseñarse pensando en lluvias torrenciales, inundaciones y sequías.
- La gestión del riesgo debe contemplar escenarios climáticos futuros.
- Las captaciones deberían incluir barreras adicionales frente a aportes de escorrentía.
Mejorar la vigilancia
Los/as autores/as del estudio concluyen que la vigilancia actual de Giardia y Campylobacter en el agua de consumo humano es insuficiente en los países europeos, y que muchos brotes hídricos causados por estos patógenos permanecen infradiagnosticados o sin agente etiológico confirmado.
Las normativas europeas no siempre contemplan patógenos relevantes, especialmente Giardia, por lo que el estudio recomienda actualizar los controles microbiológicos.
Por otra parte, el estudio indica que sin inversiones sostenidas en infraestructuras, tratamiento del agua, vigilancia y comunicación del riesgo, los brotes hídricos seguirán produciéndose en Europa.
Referencia:
Antonino Pace, Paola Pepe, Massimiliano Fabbricino, Vincenzo Mignano, Lavinia Ciuca, Laura Rinaldi, Ludovico Dipineto, Giardia and Campylobacter: Fifteen years (2010–2024) of waterborne outbreaks in Europe, Food and Waterborne Parasitology, Volume 41, 2025, e00299, ISSN 2405-6766, https://doi.org/10.1016/j.fawpar.2025.e00299.








