Las patas de las cucarachas han servido de inspiración a investigadores de la Universidad de Harvard y Yale EEUU) para desarrollar una mano mecánica. La flexibilidad y elasticidad de las patas de estos insectos les permite adaptarse a superficies irregulares de forma automática.

Durante años los científicos han tratado de mejorar las manos mecánicas haciéndolas más complejas. Investigadores estadounidenses, inspirados en la simplicidad del diseño basado en la naturaleza, han conseguido un nuevo tipo de agarre robótico mucho más humano y natural basándose sobre todo en el movimiento de las patas de las cucarachas.

El desarrollo de la nueva mano parte de investigaciones previas realizadas en los años 80 por el profesor Robert Full, quien comenzó a investigar las cucarachas para averiguar cómo pueden caminar y correr sobre superficies desparejas, con absoluta seguridad. Dado que las cucarachas poseen cerebros minúsculos, le sorprendió que sus movimientos pudieran ser tan poderosos y precisos.

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Así mismo analizó la mecánica de las patas de las cucarachas para ver como funcionaban y comprobó que éstas son tremendamente flexibles y elásticas. Esto les permite adaptarse a superficies irregulares de forma automática, sin pensarlo. Con los conocimientos adquiridos, Full logró construir un robot de ocho patas que podía correr en un terreno desigual a gran velocidad.

Ahora, los investigadores han desarrollado por biomimetismo dedos robóticos que imitan el movimiento y la destreza de las patas de las cucarachas.

Frente al enfoque tradicional en la investigación robótica, que intenta solventar los errores de cálculo en la relación entre mano y objeto con sensores, motores y controles muy elaborados, desarrollando manos complejas, costosas, pesadas y lentas, el desarrollo basado en las cucarachas es una mano sencilla y que puede agarrar una amplia variedad de objetos.

Fuente: TreeHugger

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