El Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV) participa en una investigación europea para el desarrollo de un sistema portátil y de bajo coste que sea capaz de detectar en tiempo real las fibras de amianto aerotransportadas en entornos laborales.
Principal causa de muertes relacionadas con el entorno laboral
El amianto o asbesto es una de las toxinas más letales del mundo industrial, carcinógeno de primera categoria y principal causa conocida de mesotelioma. La exposición al amianto es la principal causa de muertes relacionadas con el entorno laboral a nivel mundial. Se estima que medio millón de trabajadores europeos podrían morir en el año 2030 por exposición al amianto, la mayoría de ellos vinculados al entorno de la construcción, demolición y mantenimiento industrial.
A pesar de que el amianto es más letal cuando se halla en el aire y es inhalado, actualmente no existe una forma proactiva de detectar su presencia y advertirla para adoptar las necesarias medidas de prevención.
Ante esta situación, la UE ha puesto en marcha el proyecto Alert Project Consortium , donde colabora el IBV, en el que se está desarrollando un sistema portátil y de bajo coste que permita detectar en tiempo real las fibras de amianto aerotransportadas.
El director de Salud Laboral del IBV, Alfonso Oltra, ha explicado el alcance de esta problemática: "a pesar de la prohibición relativa al uso de amianto, muchos trabajadores están expuestos de manera continuada a esta sustancia cancerígena tan potente y, en ocasiones, invisible, a través del contacto con diversos materiales y productos empleados hace años en la construcción. Ejemplos los encontramos en algunos aislantes térmicos, en tanques de agua, paneles para techado, o en fibrocemento".
Actualmente, la detección de amianto supone un lento proceso que comienza con la toma de muestras de aire y su envío a un laboratorio de análisis. Los resultados están disponibles en unos días lo que representa un retraso en la toma de medidas preventivas o correctivas. Además, los ensayos solo se realizan cuando se sospecha de la presencia de amianto en el ambiente.
Hace una década, investigadores descubrieron la forma de detectar las fibras de amianto mediante técnicas basadas en la dispersión de la luz. Debido a las barreras técnicas y económicas, los avances hasta la fecha se han visto muy limitados. "Afortunadamente el apoyo de la Comisión Europea nos permite avanzar en esta línea de trabajo y desarrollar un sistema que pueda utilizar el trabajador de manera continua en su entorno de trabajo y evitar una exposición incontrolada a estas fibras tan perjudiciales para la salud", ha puntualizado Alfonso Oltra.