La apicultura en EEUU tiene malas notícias. En ambas costas del pais, se han detectado abejas melíferas parasitadas por la diminuta mosca Apocephalus borealis, que introduce sus huevos en ellas, provocándoles comportamientos extraños, como movimientos erráticos o abandonar la colmena de noche, y finalmente la muerte.
Diversas son las causas que se asocian a la preocupante disminución de las abejas y la grave pérdida asociada de polinización de las plantas, vital para la biodiversidad y para los cultivos. Patógenos y parásitos, el uso de insecticidas o la disminución de diversidad de plantas y árboles florales provocada por la agricultura moderna son algunas de ellas.
Un estudio realizado en San Francisco (EEUU), y que incluye el proyecto de ciencia ciudadana ZomBee Watch, concluye que las abejas melíferas han pasado a formar parte de la lista de insectos parasitados por la mosca fórida Apocephalus borealis, que hasta el momento se sabia que atacaba a los abejorros.
Este hecho, que inicialmente fué descubierto en San Francisco, no está restringido a California, ya que, mediante el proyecto ZomBee Watch y la colaboración de los ciudadanos, se ha registrado la presencia de abejas afectadas por A. borealis, que es nativa en la mayor parte de América del Norte, en amplias zonas del pais.
La hembra de Apocephalus borealis utliza su ovipositor para inyectar los huevos en el abdomen de la abeja. Una semana después las larvas se deslizan hacia el tórax de la abeja y se alimentan del cuerpo de ésta, hasta que finalmente emergen al exterior a través del espacio blando entre la cabeza y el tórax.
Las abejas melíferas infectadas por la mosca abandonan sus colmenas por la noche y se sienten atraidas por las luces cercanas, donde se quedan clavadas, mostrando síntomas como desorientación (caminando en círculo) y pérdida de equilibrio, hasta que eventualmente mueren. Siete dias más tarde, en promedio, hasta 13 larvas de mosca fórida emergen de la abeja muerta y se transforman en crisálida.
Mediante pruebas de ADN los investigadores comprobaron que las moscas que emergen de las abejas melíferas y de los abejorros son de la misma especie.
También se comprobó que abejas procedentes de colmenas atacadas por la mosca, están también frecuentemente infectadas por un virus que produce la deformación de las alas y por el parásito Nosema ceranae. Las larvas y los adultos de las mosacas fóridas también dieron positivo a estos patógenos, lo que implica que la mosca es un potencial vector o reservorio de estos patógenos de las abejas.
La presencia de larvas de esta mosca en hasta el 18% de las forrajeras activas, en algunas colmenas de abejas de California, hace que Apocephalus borealis pueda afectar a la viabilidad de las colmenas y sea un contribuyente a su temida pérdida. La investigación del parasitismo fórido puede arrojar luz sobre las conductas de abandono de la colmena, similares a las que se observan en el Transtorno del Colapso de las Colmenas.
Fuente: New York Times , Zombee Watch
Imagen: A New Threat to Honey Bees, the Parasitic Phorid Fly Apocephalus borealis, PlosOne