La Agencia Europea para la Seguridad Alimentaria (EFSA) ha publicado el informe "Productos químicos en los alimentos 2016", en el que recoge datos sobre la contaminación de alimentos por residuos de plaguicidas y medicamentos veterinarios, asi como la exposición de los consumidores a contaminantes de reciente interés público: la acrilamida en alimentos, y los ésteres glicidil y el 3-monocloropropanediol (3-MCPD) en aceites vegetales y alimentos.
Informe de EFSA: Contaminantes químicos en alimentos 2016
Este informe aporta una visión de los datos sobre contaminación química en los alimentos, recogidos por los Estados Miembros de la UE en 2014 y analizados por la EFSA en 2015 y 2016 para proteger la salud de los consumidores.
Los productos químicos presentes en los alimentos pueden tener efectos nocivos para la salud, por lo que este tipo de estudio ayudan a proteger al consumidor al aportar información científica que permite asesorar sobre los niveles seguros para su presencia en los alimentos. Estos niveles pueden aplicarse a una ingesta puntual alta de una sustancia química o de su acumulación en el cuerpo a lo largo del tiempo.
En general, el informe destaca tasas altas de cumplimiento con los objetivos de la UE en materia de residuos de plaguicidas y medicamentos veterinarios en alimentos. Respecto a la presencia de acrilamida, los ésteres de glicidil y el 3-monocloropropanediol (3-MCPD), el informe aporta datos sobre los niveles de estos contaminantes, relevantes para identificar su potencial peligro.
Residuos de plaguicidas en alimentos
De 82.649 muestras analizadas, que cubrieron un total de 778 plaguicidas, los principales resultados fueron:
- el 97,1% de las muestras estaban dentro de los límites legales.
- el 53,6% estaban libres de residuos medibles
- el 43,4% contenian residuos medibles dentro de las concentraciones permitidas
- el 1,4% de las muestras excedian los límites legales pero, por incertidumbres de medición no se tomaron acciones legales o administrativas
- sólo el 1,5% superó claramente el límite legal.
Para los 12 productos alimenticios cubiertos en 2014, se llegó a la conclusión de que la probabilidad de que los ciudadanos europeos estuvieran expuestos a residuos de plaguicidas en concentraciones que pudieran dar lugar a resultados negativos para la salud era escasa. Para un número limitado de muestras no podría descartarse un posible riesgo a corto plazo.
A largo plazo, las estimaciones de la exposición fueron insignificantes o dentro de niveles aceptables. Por lo tanto, los residuos de estos plaguicidas no es probable que representen un riesgo a largo plazo para la salud del consumidor.
Residuos de medicamentos veterinarios
De 425.000 muestras analizadas en controles programados, cerca de 1.500 fueron no conformes, es decir un 0,37%. Esta cantidad está ligeramente por encima del rango de 0,25% -0,34% registrado en los últimos siete años.
Se constató un ligero aumento de las no conformidades relacionadas con lactonas del ácido resorcılico (compuestos hormonalmente activos producidos por hongos o por el hombre) y de contaminantes como micotoxinas y metales.
Por el contrario, la tasa de incumplimiento para las sustancias prohibidas fué la más baja desde 2007.
Acrilamida en alimentos
La acrilamida es un producto químico, que se forma naturalmente en productos alimenticios ricos en almidón durante la cocción a alta temperatura, como freír, hornear, asar y otros procesos industriales, a más de 120 ° C y baja humedad.
Su ingestión se ha relacionado con un incremento de la probabilidad de desarrollar mutaciones genéticas y tumores en consumidores de todos los grupos de edad, siendo los niños los más expuestos debido a su menor peso corporal.
La acrilamida está presente en muchos productos de uso cotidiano, como patatas fritas, pan, galletas o café. La exposición de los consumidores a la acrilamida depende de los niveles de la sustancia en los alimentos y de la cantidad que se ingiere de estos alimentos. Eliminarla completamente de la dieta es probablemente imposible pero la elección de los ingredientes, el método de almacenamiento y la temperatura de cocción pueden influir en la cantidad de acrilamida que se forma en los diferentes alimentos y, en consecuencia, en nuestra exposición dietética.
Al comparar información sobre el potencial cancerígeno de la acrilamida en nuestra exposición dietética, el informe concluye que la exposición a la acrilamida en los alimentos es un problema de salud para todos los consumidores.
El "nivel de preocupación para la salud" o margen de exposición varia, oscilando desde 20 veces el nivel de exposición considerado de "baja preocupación" para los consumidores adultos promedio, hasta 200 veces el nivel de preocupación para los niños que ingieren mucha cantidad de la sustancia.
Ésteres glicidil(GE) y 3-monocloropropanediol (3-MCPD) en aceite vegetal y otros alimentos
Estas sustancias se forman principalmente al refinar aceites vegtales a altas temperaturas (+200ºC) para eliminar sus aromas naturales y poder utilizarlos como ingredientes alimentarios.
Ambas sustancias se relacionan con efectos adversos para la salud; el glicidol (el compuesto original de los GE) es genotóxico y carcinógeno, mientras que la exposición a 3-MCPD se ha relacionado con daños en órganos reproductivos y riñones en pruebas realizadas con animales.
Estas sustancias se encuentran principalmente en el aceite de palma y otros aceites vegetales, así como margarinas y alimentos procesados, en particular repostería. También están presentes en preparados para lactantes.
Los expertos de la EFSA indican que la exposición a estos compuestos puede suponer un potencial problema de salud especialmente para los consumidores más jóvenes. La exposición va desde dos veces el nivel de exposición considerado de "afección mínima" para la salud, hasta 10 veces más, en el caso de bebes que consumen únicamente preparados para lactantes.
Fuente: EFSA