Una investigación llevada a cabo por cientificos de la Max-Planck-Gesellschaft (Alemania) muestra que la cantidad y diversidad de esporas de hongos presentes en el aire es mucho mayor de lo estimado hasta el momento. Según el estudio, en cada metro cúbico de aire flotan entre 1.000 y 10.000 esporas de hongos. Cada inhalación que realiza una persona contiene entre 1 y 10 esporas, muchas de las cuales al entrar en contacto con los pulmones pueden desencadenar alergias o enfermedades.
Esporas en suspensión
En este primer estudio sistemático sobre el genoma de los hongos transportados por el aire se detectaron varios centenares de especies de éstos. Si bien los científicos ya eran conscientes de que los hongos constituyen una proporción importante de las minúsculas partículas que flotan en el aire, tanto en las zonas urbanas como en entornos naturales, hasta ahora no se había documentado su gran diversidad.
De las especies halladas en el aire algunas pueden resultar patógenas para humanos, animales o plantas y alergenas, como el moho o los hongos roya. Estas especies se propagan lanzando sus esporas al aire de manera activa.
Identificación del ADN fúngico
Los cientificos recogieron muestras de partículas finas y gruesas que flotaban en el aire durante un periodo de tiempo superior a un año.
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Después, mediante un análisis de ADN, identificaron las especies fúngicas presentes en las muestras.
En cada metro cúbico de aire se halló una media de entre 1.000 y 10.000 esporas fúngicas. Una persona inspira entre 10.000 y 20.000 litros de aire al día, y cada inhalación contendría entre 1 y 10 esporas.
Se hallaron marcadas diferencias en la abundancia relativa de las especies y en los ciclos estacionales de los distintos grupos de hongos en partículas gruesas y en partículas finas, con más patógenos de plantas en la fracción gruesa y más patógenos humanos y alergenos en la fracción respirable de partículas finas (<3 micras ).
Relevancia de las esporas en el aire
"La información recopilada sobre la diversidad y abundancia de los hongos suspendidos en el aire y otras partículas procedentes de bioaerosoles no sólo es relevante para la medicina humana sino también para campos de investigación como las ciencias biogeológicas, la climatología y la ecología, la higiene industrial y medioambiental, la agricultura, la bioingeniería y la seguridad" aseguran los científicos.
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"El número de esporas fúngicas que flotan en el aire nos interesa por tres razones", explicó Ulrich Pöschl, del Instituto Max Planck de Química, quien dirigió el estudio.
"En primer lugar, las esporas nos sirven para investigar si el cambio climático está alterando los ecosistemas. En segundo lugar, las esporas fúngicas desempeñan un papel importante, pues causan alergia, perjudican a las plantas y son las responsables de enfermedades en las personas, plantas y animales". Por último Pöschl destaca la "posible influencia de las esporas en el ciclo hidrológico y el clima al actuar como núcleo de condensación y cristalización de las gotas de agua en la atmósfera, contribuyendo a la aparición de lluvia, nubes y niebla."
Fuente: Max-Planck Gesellschaft
Imagen cabecera: Wikimedia Commons