Biosensores de papel para detectar toxicidad en el agua
Investigadores del Departamento de Genética y Microbiología de la UAB han creado un biosensor, basado en papel impregnado de bacterias, para detectar la posible toxicidad del agua. Es ésta una herramienta biológica innovadora, rápida, sencilla y de bajo coste.
Las técnicas de análisis químicos son de gran utilidad para la determinación de sustancias concretas, pero tienen limitaciones a la hora de analizar muestras complejas que pueden contener múltiples contaminantes. En este sentido, resulta apropiado el uso de biosensores, con los que se mide el efecto que ejerce una muestra sobre un elemento biológico, como enzimas o proteínas, o un parámetro vital de un organismo indicador.
Según los autores, la innovación que aporta el sensor desarrollado en la UAB es utilizar matrices de papel absorvente con bacterias incorporadas (Escherichia coli) para hacer una medida colorimétrica de toxicidad.
Su uso es similar a las tiras de papel para medir el pH del agua. Las muestras a analizar se añaden a las matrices junto con un colorante, el ferricianuro, que vira de color amarillo a incoloro cuando se transforma en ferrocianuro al ser respirado por los microorganismos.
El papel cambia de color en función de la intensidad del metabolismo celular de las bacterias de manera inversamente proporcional a la toxicidad de la muestra: cuanto más cambio de color se produce menor es la contaminación detectada. Este cambio puede ser medido mediante técnicas ópticas, de análisis de imagen o a simple vista.
El bioensayo, que es aplicable tanto a aguas naturales como a residuales urbanas e industriales, detecta cualquier contaminante que sea tóxico para los microorganismos, tras aproximadamente 15-30 minutos de contacto con las células; por ejemplo metales pesados e hidrocarburos como el petróleo o el benceno.
El trabajo ha sido publicado en Analytica Chimica Acta.
Fuente: UAB