Las cucarachas no vagan errantes. Siguen unos patrones de comportamiento altamente eficientes para encontrar alimento, agua y cobijo. Conocer su forma de adquirir información del entorno y como aprenden a orientarse espacialmente para cubrir sus necesidades es importante para optimizar la ubicación de cebos para controlarlas. 

Las cucarachas se han adaptado a los entornos urbanos modernos, donde encuentran refugio, agua y alimento. Entender cómo se desenvuelven para orientarse, buscar alimento y relacionarse entre ellas, puede ser de gran utilidad para ganar eficiencia en la colocación de cebos para controlar sus poblaciones.

Por ejemplo, la cucaracha rubia o alemana (Blatella germanica),  tiene preferencia por espacios cálidos y húmedos, por lo que podemos encontrarla escondida en cocinas y baños de bares, restaurantes, hoteles o viviendas, donde puede aumentar sus poblaciones muy rápidamente. Es una especie gregaria, que vive en grupos de familias mixtas, con un número similar de machos y hembras y con una proporción típica de 60% de ninfas y 40% de adultos. Esto es relevante para controlarlas porque su actividad y comportamiento para alimentarse es diferente según la edad de la cucaracha. 

Las ninfas del primer y segundo estadio rara vez abandonan sus refugios, desplazándose más lejos a medida que van madurando. En los programas de cebado hay que tener en cuenta este porcentaje de cucarachas jóvenes que no accederan directamente a los cebos,  sino que se intoxicaran con el biocida por sus hábitos de coprofagia y emetofagia, es decir al ingerir las heces y vómitos de las cucarachas adultas que si han comido el cebo y han conseguido regresar hasta el nido. Las probabilidades de éxito de intoxicación secundaria de las ninfas de estadios tempranos aumenta con la colocación de múltiples puntos de cebo pequeños en las proximidades de los refugios. Facilita que las cucarachas jóvenes que todavia no se alejan demasiado del nido puedan acceder al gel y también que las adultas que lo ingieren puedan volver al nido y transmitir parte del biocida a las ninfas jóvenes antes de morir.

Habitualmente, cada grupo come de las mismas fuentes de alimento. Algunos estudios han demostrado que las cucarachas son plenamente conscientes de la distribución espacial de su entorno y que no se mueven al azar, sino que son muy eficientes en sus desplazamientos hacia la comida, agua y refugio. Tienen la habilidad de ir integrando información adquirida para desarrollar su propio sistema de orientación, que van actualizando constantemente en base a sus experiencias. Mediante señales olfativas y visuales pueden fijar la dirección y la distancia hasta nuevos puntos de interés para ellas. De este modo, mejoran enormemente la eficiencia de sus desplazamientos, yendo directamente a los lugares memorizados.

Las cucarachas tienden a poner un mayor énfasis en las señales olfativas cuando buscan fuentes de alimento y las señales visuales cuando regresan a sus refugios. Conocer estos mecanismos de orientación puede facilitar el éxito en el control de las poblaciones de cucarachas mediante cebos en gel.

Debe aplicarse abundante cebo, especialmente cuando se trata de infestaciones graves, y seleccionar un producto de alta palatabilidad, capaz de atraer a los insectos incluso si existen otras fuentes de alimento. Algunos estudios han mostrado que las cucarachas ingieren el cebo si se coloca a una distancia similar o menor que otra fuente de alimento ya conocida, y cerca de un punto de referencia visual de los insectos. Sin embargo, en el caso de reemplazar en el mismo lugar la fuente de alimento conocida por un cebo en gel o en el caso de ubicar el cebo más lejos que el alimento original, las cucarachas ignoran en gran medida el producto.

Por lo tanto, la ubicación de los cebos es importante, independientemente de la palatabilidad del cebo. En conclusión, los programas de cebado se pueden optimizar mediante el uso de trampas de monitoreo para identificar dónde están los refugios de las cucarachas y, posteriormente, colocar múltiples puntos de cebo pequeños cerca de estos lugares identificados.  Abundantes puntos pequeños de cebo aportan una mayor eficacia que colocar pocas gotas grandes.

Fuente: BPCA