Han sido hallados en China los fósiles de pulgas más antiguos que se conocen, sorprendentes por el tamaño de estos insectos en la época del Jurásico medio y el Cretácico inferior, hasta cuatro veces más grandes que en la actualidad. En un primer momento, estos parásitos podrían haberse alimentado de la sangre de reptiles peludos o con plumas y con posterioridad pasaron a los mamíferos y las aves.

Pulgas gigantes

Las pulgas son uno de los principales linajes de insectos ectoparásitos, que viven en la superficie de otro organismo, actualmente altamente especializados en la alimentación de sangre de mamiferos o aves.

El proceso evolutivo de las pulgas es dificil de conocer ya que el hallazgo de fósiles es poco frecuente y los restos de estos ectoparásitos son poco abundantes y dificiles de encontrar, lo que dificulta la investigación de sus orígenes en la era mesozoica.

No obstante, científicos franceses han hallado en China los fósiles de pulgas más antiguos conocidos, formas gigantes del Jurásico medio (hace 165 millones de años) y del Cretácico inferior (entre 145 y 99 millones de años), que presentan muchas características comunes a las pulgas actuales pero conservan rasgos primitivos, como unas patas traseras no aptas para el salto.

En los nueve fósiles, hallados en las provincias chinas de Daohugou, Mongolia Interior y Liaoning por entomólogos del Museo de Historia Natural de París, destaca su boca con forma de sifón alargado, con la que perforaban la piel de sus anfitriones, más larga en las hembras que en los machos y visiblemente menor que la de las pulgas de hoy en día. Su especial mofologia sugiere que sus primeros huéspedes fueron reptiles peludos o con plumas y que más tarde se irradiaron a mamíferos y aves en el periodo del Cenozoico.

Tanto hembras como machos, muestran  un abdomen largo y ancho, una cabeza relativamente pequeña, patas largas y una antena pequeña y compacta. El tamaño de las pulgas era visiblemente mayor que las actuales: el cuerpo de las hembras podía medir entre 14 y 20,6 milímetros y el de los machos entre 8 y 14,7 milímetros, mientras que las pulgas actuales oscilan entre 0,8 y 5 milímetros, y miden de media 3,5 milímetros.

Evolución a partir de la mosca escorpión

Estas características sugieren a los investigadores que las pulgas gigantes evolucionaron a partir de la mosca escorpión, una especie alada que habitó en el Cretácico inferior, que tenía una boca similar para alimentarse del néctar de las flores y que se extinguió con la aparición de insectos modernos como los mosquitos o las hormigas.

Según los investigadores, "la boca y los genitales de las moscas escorpión macho son muy similares a los de las pulgas gigantes, lo que apoya la teoría de que ambas especies están relacionadas y que las pulgas gigantes son moscas escorpiones que evolucionaron para alimentarse de sangre". Con motivo de esa adaptación, las pulgas perdieron sus alas y disminuyó el tamaño de su antena y de sus ojos.

"El gran tamaño de estas pulgas en comparación con las modernas indica que en un primer momento no debieron alimentarse de pequeños mamíferos, sino de grandes dinosaurios con plumas y, a medida que estos grandes dinosaurios se extinguieron, desaparecieron también las pulgas gigantes, mientras que las modernas se desarrollaron probablemente durante el Cretácico tardío, a la par que los mamíferos".

Sin embargo, el motivo de que su tamaño se redujese tanto permanece sin resolver. "Quizá adaptarse para poder saltar fue una mejor solución evolutiva que tener un cuerpo grande", especulan los entomólogos.

El articulo Diverse transitional giant fleas from the Mesozoic era of China ha sido publicado en la revista Nature.

Fuente: La Vanguardia